UN RECUERDO
Había grandes estepas y mesetas rocosas
Que se extendían casi ilimitadas en la noche estrellada,
Con fuegos de campamento que iluminaban débilmente
Manadas velludas de animales con esquilas tintineantes.
Al sur, en la distancia, la llanura se ensanchaba y descendía
Hacia una oscura muralla tendida en zigzag
Como una enorme pitón de la edad primigenia
Que el tiempo infinito hubiera helado y petrificado.
Tiritaba extrañamente en el aire frío y enrarecido,
Y me preguntaba dónde estaba y cómo había llegado allí,
Cuando una figura envuelta en una capa junto a una hoguera
Se levantó y se acercó, llamándome por mi nombre.
Y al mirar aquella cara muerta bajo la capucha
Perdí la esperanza… pues había comprendido.