XV

ANTARKTOS

En lo hondo de mi sueño el gran pájaro susurraba de forma extraña

Hablándome del cono negro de los desiertos polares,

Que se alza lúgubre y solitario sobre el casquete glaciar,

Azotado y desfigurado por los eones de frenéticas tormentas.

Allí no palpita ninguna forma de vida terrestre;

Sólo pálidas auroras y soles mortecinos

Brillan sobre ese peñón horadado, cuyo origen primitivo

Intentan adivinar a oscuras los Ancianos.

Si los hombres lo vieran, se preguntarían simplemente

Qué raro capricho de la Naturaleza contemplan;

Pero el pájaro me ha hablado de partes más vastas

Que meditan ocultas bajo la espesa mortaja de hielo.

¡Dios ayude al soñador cuyas locas visiones le muestren

Esos ojos muertos engastados en abismos de cristal!