XI

EL POZO

El granjero Seth Atwood tenía más de ochenta años

Cuando intentó ahondar aquel profundo pozo junto a su puerta

Con la sola ayuda de Eb para cavar y perforar.

Al principio nos reímos, y esperamos que pronto recobraría el juicio,

Pero en vez de ello también el joven Eb se volvió loco

Hasta tal punto que se lo llevaron al manicomio del condado.

Entonces Seth cegó con ladrillos la boca del pozo…

Y luego se cortó una arteria de su nudoso brazo izquierdo.

Después del entierro algo nos hizo encaminarnos

Hacia aquel pozo y arrancar los ladrillos,

Pero sólo vimos una hilera de asideros de hierro

Que se perdía en un negro agujero de hondura incalculable.

Así que volvimos a poner los ladrillos en su sitio, pues el agujero

Nos había parecido demasiado profundo

Para que ninguna plomada pudiera sondearlo.