VIII

EL PUERTO

A diez millas de Arkham había encontrado el sendero

Que bordea el acantilado sobre Boynton Beach,

Y esperaba alcanzar a la hora del crepúsculo

La cresta que domina Innsmouth en el valle.

Hacia alta mar se alejaba una vela

Blanca como los duros años de vientos antiguos podían blanquear,

Pero que me pareció un presagio adverso e indecible;

Por eso no agité la mano ni le grité adiós.

¡Veleros zarpando de Innsmouth! Ecos de famas antiguas,

De épocas muertas hace tiempo; pero ahora se acerca

Una noche demasiado rápida, y he llegado a la cumbre

Desde la que tantas veces oteé la ciudad lejana.

Agujas y tejados siguen allí… pero ¡mirad! ¡Las tinieblas

Se abaten sobre las lóbregas callejuelas, más oscuras que la tumba!