Nota final sobre las fuentes documentales.

Nota final sobre las fuentes documentales

El gran historiador Marc Bloch aconsejaba a los historiadores que en «todo libro de historia digno de ese nombre» debía figurar una sección titulada «¿Cómo puedo saber lo que voy a decir?». Lo escribió en su inacabada Apología de la historia, poco antes de que los nazis terminaran con su vida y la de veintiséis compañeros el 16 de junio de 1944. Con el paso del tiempo dicho consejo ha devenido en norma. En el presente trabajo, salvo los casos en que se haya indicado lo contrario en nota a pie de página, toda la información procede del Archivo del Tribunal Militar Territorial Segundo (ATMTS) de Sevilla. Todos los sumarios utilizados, sin excepción, pertenecen a un amplio sector de dicho archivo pendiente de ordenar y catalogar. El lamentable estado de muchos documentos, dañados por la humedad e incompletos, la falta de páginas iniciales o finales y la variedad de claves clasificatorias allí donde se conservan impiden ofrecer una relación normal de los expedientes consultados, tarea por lo demás imposible dentro del caos en que se encuentra gran parte de la documentación relativa al período 1936-1937. A pesar de todo he creído conveniente, siempre que ha sido posible, ofrecer la causa y año que constan en algunos expedientes.