En el principio era la palabra y la palabra era Dios y desde entonces ha permanecido como uno de los misterios. La palabra era Dios y la palabra era carne se nos dice. ¿En el principio de qué exactamente se encontraba esta palabra inicial? En el principio de la historia escrita. Por lo general se presupone que la palabra hablada vino antes que la palabra escrita. Sugiero que la palabra hablada como la conocemos vino después que la palabra escrita.

En el principio era la palabra y la palabra era Dios y la palabra era carne… Carne humana… En el principio de la escritura. Los animales hablan y transmiten información. Pero no escriben. No pueden hacer que la información esté disponible para las generaciones futuras o para los animales que están fuera del alcance de su sistema comunicativo. Ésta es la diferencia fundamental entre los hombres y otros animales. La escritura. Korzybski, que desarrolló el concepto de Semántica General, el significado del significado, ha señalado esta distinción humana y ha descrito al hombre como «el animal que articula el tiempo». Puede hacer que la información esté disponible para otros hombres a través del tiempo gracias a la escritura. Los animales hablan. No escriben. Una vieja y astuta rata puede saber mucho sobre tramperas y venenos pero no puede escribir un manual titulado «Tramperas mortales en su almacén» para el Reader’s Digest con estrategias para agruparse contra los excavadores y los hurones y cuidarse de los tipos listos que tapan nuestros agujeros con viruta de acero. Es improbable que la palabra hablada hubiera podido evolucionar más allá de la fase animal sin la palabra escrita. La palabra escrita se infiere del habla humana. A nuestra vieja y astuta rata no se le ocurriría reunir a las ratas jóvenes y transmitirles su conocimiento auditivamente porque la misma idea de articular el tiempo no puede ocurrir sin la palabra escrita. La palabra escrita es por supuesto símbolo de algo y en el caso de un lenguaje jeroglífico como el egipcio puede ser un símbolo en sí misma, es decir, una figura de lo que representa. Esto no es cierto para un lenguaje alfabético como el inglés. La palabra «pierna» no tiene semejanza pictórica con una pierna. Se refiere a la palabra hablada «pierna». Así que podríamos olvidar que una palabra escrita es una imagen y que las palabras escritas son secuencias de imágenes, es decir imágenes en movimiento. Así que cualquier secuencia jeroglífica nos da inmediatamente una definición funcional de las palabras habladas. Las palabras habladas son unidades verbales que se refieren a esta secuencia pictórica. ¿Y qué es entonces la palabra escrita? Mi teoría fundamental es que la palabra escrita fue literalmente un virus que hizo posible la palabra hablada. La palabra no ha sido reconocida como un virus porque alcanzó un estado de simbiosis estable con el huésped… (Esta relación simbiótica se está rompiendo ahora por razones que señalaré más tarde).

Cito de Mechanisms of Virus Infection editado por Mr. Wilson Smith, un científico que realmente piensa en su tema en lugar de correlacionar información. Él piensa, pues, en las intenciones esenciales del organismo viral. En un artículo titulado «Virus Adaptability and Host Resistance» [Adaptabilidad del virus y resistencia del huésped] de G. Belyavin, las especulaciones sobre el objetivo biológico de las especies virales aumentan… «Los virus son obligatoriamente parásitos celulares y por ende son totalmente dependientes de la integridad de los sistemas celulares que parasitan para su supervivencia en un estado activo. Es algo paradójico que muchos virus a la larga destruyan las células en las que están viviendo…».

Y yo agregaría: y que destruyan también el ambiente necesario para cualquier estructura celular que podrían parasitar para sobrevivir. ¿El virus es, entonces, una simple bomba de tiempo dejada en este planeta para ser activada por control remoto? ¿Un programa de exterminio? ¿Sobrevivirá alguna criatura humana en el camino que va de la total virulencia a la última meta de simbiosis? ¿Está la raza blanca, que pareciera hallarse más bajo el control viral que la negra, la amarilla y la cobriza, dando indicios de una posible simbiosis?

«Desde el punto de vista del virus, la situación ideal parecería ser aquélla en la que el virus se replicara en las células sin perturbar su normal metabolismo».

«Esto ha sido sugerido como la situación biológica ideal hacia la cual todos los virus evolucionan lentamente…».

¿Aplicarían violencia sobre un bienintencionado virus en su lento camino hacia la simbiosis?

Eso no tiene sentido: si un virus va a alcanzar un estado de completo equilibrio benigno con su célula huésped es poco probable que su presencia sea detectada enseguida o que necesariamente sea reconocido como un virus. Sugiero que la palabra es precisamente ese tipo de virus. El doctor Kurt Unruh von Steinplatz desarrolló una interesante teoría sobre los orígenes y la historia de este virus-palabra. Postula que la palabra es un virus de los denominados de mutación biológica que efectuó una modificación de carácter biológico en su huésped, transmitida luego genéticamente. Una de las razones por las que los simios no pueden hablar es simplemente porque la estructura interna de sus gargantas no está diseñada para formular palabras. Él sostiene que la alteración de la estructura interna de la garganta fue ocasionada por una enfermedad viral… Y no ocasionalmente… Esta enfermedad puede haber tenido perfectamente una alta tasa de mortalidad pero algunos simios hembras deben haber sobrevivido para dar a luz a los niños prodigio. La enfermedad tal vez asumió una forma más maligna en el macho por su estructura muscular más desarrollada y más rígida y causó la muerte por estrangulación y fractura vertebral. Como el virus tanto en machos como en hembras precipita el frenesí sexual irritando los centros sexuales del cerebro, los machos fecundaban a las hembras en sus espasmos de muerte y la alterada estructura de la garganta era transmitida genéticamente. Habiendo efectuado alteraciones en la estructura del huésped que dieron como resultado una nueva especie diseñada especialmente para alojarlo, el virus puede ahora replicarse sin perturbar el metabolismo y sin ser reconocido como un virus. Una relación simbiótica se ha establecido y el virus ahora es construido en el huésped, quien lo ve como una parte útil de sí mismo. Este virus exitoso puede ahora mirar con desprecio a los virus gángsteres como el de la viruela y enviarlos al Instituto Pasteur. Ach jungen, qué escena tenemos aquí… Los simios cambian el pelo, se lo despegan las hembras gimiendo y babeando encima de los machos moribundos como vacas con aftosa y entonces un hedor almizcleño apestoso dulce podrido metálico hedor del fruto prohibido en el Jardín del Edén…

La creación de Adán, el Jardín del Edén, el desmayo inducido de Adán durante el cual Dios hizo a Eva de su cuerpo, el fruto prohibido que por supuesto era el conocimiento de todo el maldito asunto, y que podría ser considerado el primer caso Watergate; todo encaja perfecto en la teoría del doctor Steinplatz. Y esto era un mito blanco. Lo que lleva a suponer que el virus-palabra asumió una forma especialmente maligna y letal en la raza blanca. ¿Qué explica entonces esta especial malignidad del virus-palabra blanco? Probablemente, una mutación del virus ocasionada por radioactividad. Todos los experimentos llevados a cabo hasta ahora con animales e insectos indican que las mutaciones resultantes de las radiaciones son negativas, es decir que no conducen a la supervivencia. Estos experimentos están relacionados con los efectos de la radiación en criaturas autónomas. ¿Qué hay de los efectos de la radiación en los virus? ¿No se esconden, quizás, algunos experimentos secretos y clasificados detrás de la seguridad nacional? Mutaciones virales ocasionadas por la radiación pueden ser totalmente benéficas para el virus. Y uno de esos virus podría perfectamente violar el equilibrio con la célula huésped. Entonces ahora con los grabadores de Watergate y las consecuencias de las pruebas atómicas el virus se mueve inquieto en todas sus blancas gargantas. En otro tiempo fue un virus asesino. Podría volver a convertirse en un virus asesino y arder furiosamente a través de las ciudades del mundo como un magnífico incendio forestal.

«Es el principio del fin». Ésa fue la reacción de un científico agregado a una de las mayores embajadas de Washington frente a los reportes que decían que una partícula génica sintética había sido producida en un laboratorio… «Cualquier país pequeño puede ahora hacer un virus para el que no haya cura. Sólo se necesita un pequeño laboratorio. Cualquier país pequeño con buenos bioquímicos puede hacerlo».

Y presumiblemente cualquier país grande podría hacerlo mejor y más rápido.

En «La revolución electrónica» presento la teoría de que un virus es una unidad muy pequeña de palabra y de imagen. He sugerido que tales unidades pueden ser biológicamente activadas como cepas virales transmisibles. Empecemos con tres grabadores en El Jardín del Edén. El grabador 1 es Adán. El grabador 2 es Eva. El grabador 3 es Dios, que después de Hiroshima fue degradado a El Americano Feo[1]. O para volver a nuestra escena primigenia: el grabador 1 es el simio macho en un ingobernable frenesí sexual mientras el virus lo estrangula. El grabador 2 es una hembra gimiente que lo cabalga. El grabador 3 es la MUERTE.

Steinplatz plantea que el virus de la mutación biológica, al que llama Virus B-23, está contenido en la palabra. Liberar a este virus de la palabra podría ser más peligroso que liberar la energía del átomo. Porque todo el odio todo el dolor todo el miedo toda la lujuria están contenidos en la palabra. Quizás tengamos aquí en estos tres grabadores el virus de la mutación biológica que antes nos dio la palabra y que desde entonces se ha escondido detrás de la palabra. Y quizás tres grabadores y algunos buenos bioquímicos puedan liberar esta fuerza. Ahora miremos a estos tres grabadores y pensemos en términos de la partícula viral. El grabador número 1 es el huésped posible para el virus de la gripe. El grabador número 2 es el medio a través del cual el virus consigue el acceso al huésped, en el caso del virus de la gripe disolviendo un agujero en las células del tracto respiratorio del huésped número 2, habiendo conseguido el ingreso a la célula, conduce al número 3. El número 3 es el efecto producido en el huésped por el virus: tos, fiebre, inflamación. El número 3 es la realidad objetiva producida por el virus en el huésped. Los virus en sí mismos se vuelven reales. Es una costumbre que tienen los virus. Ahora tenemos tres grabadores. Así que haremos un simple virus-palabra. Supongamos que nuestro objetivo es un político rival. En el grabador 1 grabaremos discursos y conversaciones cuidadosamente intercalados con tartamudeos, palabras mal pronunciadas, frases inútiles… El peor número 1 se puede ensamblar. Ahora en el grabador 2 haremos una cinta de amor colocándole clandestinamente micrófonos en el dormitorio. Podemos potenciar esta grabación empalmándola con un objeto sexual que es inasimilable o inaccesible o ambas cosas, como la hija adolescente del senador. En el grabador 3 pondremos voces de odio, de desaprobación, y empalmaremos las tres grabaciones juntas separadas por muy pequeños intervalos y las reproduciremos ante el senador y sus electores. Este sistema de montaje y reproducción puede ser muy complejo hasta llegar a incluir aparatos de interferencia radiofónica y pilas de grabadores pero lo básico y principal es simplemente empalmar juntas grabaciones sexuales con grabaciones de desaprobación. Una vez que las líneas de asociación están establecidas se activan cada vez que se activan los centros discursivos del senador, es decir que el cielo ayude a ese miserable bastardo si algo le sucede a su bocota. Así que su hija adolescente gatea encima de él mientras gendarmes de Texas y decentes mujeres que van a la iglesia surgen del grabador 3 gritando «QUÉ ESTÁS HACIENDO DELANTE DE GENTE DECENTE».

La hija adolescente es sólo un refinamiento. Básicamente todo lo que se necesita son grabaciones sexuales en el número 2 y grabaciones hostiles en el número 3. Con esta simple fórmula cualquier hijo de puta de la CIA puede convertirse en Dios, esto es, en el grabador 3. Reparemos en el énfasis puesto en los materiales sexuales de los allanamientos y en la colocación de micrófonos ocultos en el pozo ciego de Watergate… Poner micrófonos en el dormitorio de Martin Luther King… Kiss kiss bang bang… Una mortal técnica de asesinato. O como mínimo certera para desconcertar y situar a los oponentes en desventaja. Así que el verdadero escándalo de Watergate que aún no ha salido a la luz no es que hayan puesto micrófonos ocultos en los dormitorios y registrado las oficinas de los psiquiatras sino el uso preciso que se hizo y se hace de este material sexual. Esta fórmula funciona mejor en un circuito cerrado. Si las grabaciones sexuales y películas se extienden y son toleradas y mostradas públicamente, el grabador 3 pierde su poder. Lo que quizás explica por qué el gobierno de Nixon está decidido a cerrar sets de filmación y a reestablecer la censura en todos los libros y películas: para mantener al grabador 3 en un circuito cerrado.

Y esto nos lleva al tema del SEXO. En palabras del último John O’Hara estoy contento de que me haya venido a ver a mí en lugar de a uno de esos charlatanes del piso de arriba… Psiquiatras, curas, como quiera que se autodenominen, quieren apagarlo y mantener el grabador 3 ocupado. Prendámoslo. Ustedes los desinhibidos usan sus cámaras de video y grabadores para grabar y filmar sus sesiones. Realicen ahora una sesión y registren las partes más sensuales. Ustedes saben cuándo sucede realmente. Reich construyó una máquina con electrodos adosados al pene para medir la carga del orgasmo. Aquí tenemos orgasmo implacentero decayendo ominosamente mientras el grabador 3 interviene. Lo acaba de hacer. Y aquí hay un orgasmo subiendo en el gráfico. Así que registren lo mejor de sus sesiones e inviten a los vecinos a verlas. Eso es lo que hay que hacer con los vecinos. Intenten grabarlas juntas alternando veinticuatro fotogramas por segundo. Prueben en cámara lenta y cámara rápida.

Construir y experimentar con acumuladores de orgón. Simplemente es una caja de cualquier forma y tamaño forrada con hierro. Su intrépido periodista a la edad de 37 años alcanzó un orgasmo espontáneo sin manos en un acumulador de orgón construido en un naranjal en Pharr/Texas. Fue la pequeña y directa aplicación del acumulador la que hizo la tarea. Eso es lo que cada chico y cada chica calientes deberían estar haciendo en su taller del sótano. El acumulador de orgón podría potenciarse enormemente usando hierro magnetizado que envíe un poderoso campo magnético a través del cuerpo. Y pequeños acumuladores como pistolas de rayos.

Tenemos a Two-Gun MacGee disparándose en sus pantalones. La pistola se le cae de las manos. A pesar de que era muy rápido, no fue lo suficientemente rápido.

Para un pequeño acumulador direccional consiga seis potentes imanes. Acomode los cuadrados magnetizados de modo que formen una caja. En uno de los extremos de la caja realice un agujero e introduzca un tubo de hierro. Ahora cubra la caja y el tubo con cualquier material orgánico: goma, cuero, tela. Ahora apunte el tubo a sus genitales y a los genitales de sus amigos y vecinos. Es bueno para los jóvenes y para los viejos y para las fieras y se lo conoce como SEXO. Es sabido que también tiene una conexión directa con eso que se conoce como VIDA. Saquemos a San Pablo de nuestras espaldas y desabrochémosle el Cinturón de la Biblia[2]. Y digámosle al grabador 3 que cubra sus suciedades. Apesta desde el Jardín del Edén hasta Watergate.

He dicho que el verdadero escándalo de Watergate es el uso que se hizo de los grabadores. ¿Y cuál es ese uso? Habiendo hecho las grabaciones como fueron descritas, ¿qué es lo que hicieron luego con ellas?

RESPUESTA: Las reproducen en exteriores.

Le reproducen estas grabaciones al objetivo mismo, si el objetivo es un individuo, desde autos que pasan y agentes que caminan a su lado en la calle. Reproducen estas grabaciones en su barrio. Finalmente, las reproducen en restaurantes del subte, aeropuertos y otros lugares públicos. La reproducción es el ingrediente fundamental.

He hecho muchos experimentos con grabaciones callejeras y reproducciones durante años y lo sorprendente surge del hecho de que no se necesitan grabaciones sexuales o incluso grabaciones adulteradas para producir efectos a través de la reproducción. Cualquier grabación reproducida en exteriores de la manera en que ahora voy a describir produce efectos. No hay dudas de que grabaciones sexuales y adulteradas serían más poderosas. Pero algo del poder que tiene la palabra se libera con la simple reproducción como puede verificar cualquiera que se tome el tiempo de hacer la experiencia… Cito algunas notas sobre estos experimentos de reproducción.

Viernes 28 de julio, 1972… Plan 28 de un vistazo… Primero algunas consideraciones sobre los experimentos con grabaciones iniciados por Ian Sommerville en 1965. Estos involucraban no sólo grabaciones en la calle, en pubs, fiestas y en el subte, sino también reproducciones en exteriores. Cuando regresé a Londres desde los Estados Unidos en 1966, él ya había acumulado un considerable volumen de información y desarrollado una tecnología. Había descubierto que las reproducciones en exteriores pueden producir efectos concretos.

Reproduciendo grabaciones de un accidente se puede provocar otro accidente. En 1966 estaba parando en el Hotel Rushmore, 11 Trevor Road, Earl’s Court, y llevamos a cabo un buen número de estas operaciones: grabaciones callejeras, inserciones de otro material, reproducción en las calles… (Recuerdo que puse una de camiones de bomberos y mientras sonaba esta cinta en la calle pasaron camiones de bomberos). Estos experimentos fueron resumidos en «La generación invisible»[3]… (Me pregunto si alguien a excepción de los agentes de la CIA leyó este artículo o pensó en poner estas técnicas en funcionamiento). Cualquiera que lleve a cabo experimentos similares durante un período de tiempo considerable encontrará más coincidencias que las que permite la ley de las probabilidades. La técnica puede ser ampliada registrando imágenes fijas o en movimiento mientras se realizan las grabaciones y más imágenes durante la reproducción. Con frecuencia he observado que esta simple operación —grabar y sacar fotos de algún lugar que uno desearía desacomodar o destruir, luego reproducir las grabaciones y sacar más fotos— causará accidentes, incendios, desplazamientos. Especialmente esto último. El objetivo se traslada. Llevamos a cabo esta operación con el Centro de Cienciología en el 37 de Fitzroy Street. Algunos meses más tarde se mudaron al 68 de Tottenham Court Road, donde fue llevada a cabo una operación similar…

Aquí tenemos un ejemplo de operación llevada a cabo contra el Moka Bar en el 29 de Frith Street, en Londres W1 que comenzó el 3 de agosto de 1972. El motivo de la operación fue una descortesía escandalosa e inmotivada y el cheese cake envenenado…

Ahora enfoquemos al Moka Bar. Grabar. Sacar fotos. Quedarse afuera parado. Dejar que me vean. Adentro les hierve la sangre. El horrible viejo propietario, su mujer con el cabello enrulado y su hijo con la mandíbula colgante, el hombre gruñón del mostrador. Los tengo, y lo saben.

«Ustedes chicos se ganaron una reputación por causar problemas. Bueno, salgan y hagan algunos. Interpreten un escándalo para la cámara y llamaré a un Bobby[4]. Tengo derecho a hacer lo que quiera en la vía pública».

Si eso pasara, le explicaría al policía que estaba haciendo grabaciones callejeras y un documental sobre el Soho. Éste es después de todo uno de los primeros bares de café expresso de Londres, ¿no? Les estaba haciendo un favor. No podrían decir lo que ambos sabíamos sin hacer el ridículo…

«Él no está haciendo ningún documental. Está intentando hacer estallar la máquina de café, generar un incendio en la cocina, iniciar peleas, conseguirnos una citación del Comité de Salud».

Sí, los tenía, y lo sabían. Miré al viejo propietario y le sonreí como si le fuera a gustar lo que yo estaba haciendo. La reproducción vendría después con más fotografías. Me tomé mi tiempo y fui a dar un paseo por el Brewer Street Market donde grabé una partida de juego de Monte de tres cartas. Ahora la ves y ahora no.

La reproducción fue llevada a cabo varias veces con más fotografías. Su negocio se vino abajo. Fueron acortando las horas. El 30 de octubre de 1972 el Moka Bar cerró. El lugar fue ocupado por el bar The Queen Snack.

Ahora apliquemos la analogía del grabador 3 a esta simple operación. El grabador 1 es el propio Moka Bar en su condición originaria. El grabador 2 son mis grabaciones de la vecindad del Moka Bar. Estas grabaciones son el acceso. El grabador 2 en el Jardín del Edén era Eva hecha por Adán. Así que una grabación hecha desde el Moka Bar es un pedazo del Moka Bar. Una vez hecha la grabación, este pedazo se vuelve autónomo y fuera de control. El grabador 3 es la reproducción. Adán experimenta vergüenza cuando su indecoroso comportamiento es reproducido ante él por el grabador 3 que es Dios. Al reproducir mis grabaciones ante el Moka Bar cuando quiero y con los cambios que deseo hacer en las grabaciones, me vuelvo Dios para este negocio. Los afecto. Ellos no pueden afectarme. ¿Y qué papel juegan las fotos en esta operación? Recuerden lo que dije antes sobre la palabra escrita y hablada. La palabra escrita es una imagen es una foto. La palabra hablada podría ser definida como cualquier unidad verbal que se corresponda con esas fotos y de hecho podría extenderse a cualquier unidad de sonido que se corresponda con las fotos… Las grabaciones y las fotos son el grabador 2 que es acceso. El grabador 3 es la reproducción y la «realidad». Por ejemplo, supongamos que han colocado cámaras infrarrojas en tu baño y en tu dormitorio. Estas fotos y grabaciones permiten el acceso. No tendrás vergüenza durante la defecación y el coito, pero la sentirás cuando estas grabaciones sean reproducidas ante una audiencia desaprobadora.

Ahora permítannos considerar la arena de los políticos y las aplicaciones de los micrófonos ocultos en esta área. Por supuesto que desde que los políticos dan discursos en la televisión cualquier cantidad de grabaciones están disponibles en el acto. Sin embargo, estas grabaciones no permiten el acceso. El hombre que está dando el discurso no está realmente allí. En consecuencia son necesarias grabaciones más íntimas o al menos privadas, por eso los conspiradores de Watergate tuvieron que recurrir al allanamiento. Un candidato presidencial no es una presa fácil como el Moka Bar. Él puede hacer cualquier cantidad de grabaciones sobre sus oponentes. Así que el juego es complejo y competitivo con grabaciones de los dos bandos. Esto lleva a técnicas más sofisticadas, cuyos detalles aún tienen que salir a la luz.

La operación básica de grabación de imágenes, más imágenes y reproducción, puede ser llevada a cabo por cualquiera con un grabador y una cámara. Cualquiera puede jugar. Millones de personas podrían anular el sistema de control que esos que están detrás de Watergate y Nixon están tratando de imponer. Como todos los sistemas de control, depende del mantenimiento de una posición monopólica. Si cualquiera puede ser el grabador 3, entonces el grabador 3 pierde poder. Dios debe ser El Dios.