«El camino que lleva de la intimidad
a la grandeza pasa por el sacrificio».
Kassner
Lentamente se la ganó con la mirada en reñida lucha.
Los astros doblaban la rodilla
bajo la violencia de sus ojos alzados.
O volvía a contemplar arrodillado,
y el perfume de su insistencia
doblegaba algo divino,
ella le sonreía, adormecida.
Las torres que así contemplaba, se estremecían:
edificadas otra vez, hacia las alturas, de un vistazo.
Mas cuán a menudo, de día
sobrecargado, el paisaje, al anochecer
reposaba, tendido sobre su silencioso percibir.
Los animales entraban confiados
en la abierta mirada, paciendo,
y cautivos los leones
los observaban con sus ojos fijos cual una libertad inconcebible;
unos pájaros lo atravesaban con su vuelo,
a él, el insensible; unas flores
se reflejaban en él
grandes como en un alma infantil.
Y el rumor de que existía un contemplativo tal
conmovía a los menos
improbablemente visibles,
conmovía a las mujeres.
¿Mirando desde hace cuánto tiempo?
¿Desde hace cuánto tiempo privándose ya íntimamente
suplicando en el fondo de la mirada?
Cuando él, que vivía en la espera, un país extranjero,
sentado en la habitación de un albergue,
sentado en la habitación dispersa, alejada de él, que
lo rodeaba de un ambiente taciturno, y en el espejo evitada
de nuevo la habitación,
y más tarde, vista desde el fondo de su torturadora cama, otra vez
la habitación: entonces deliberaba esto al vacío,
imperceptiblemente, deliberaba a propósito de su corazón sensible,
en el fondo de su cuerpo trastornado de dolor,
de su corazón a pesar de todo sensible,
esto deliberaba y juzgaba ese corazón:
no poseía nada del amor.
(Y le eran rechazadas nuevas consagraciones).
Ya está, se ha puesto un límite a la mirada.
Y el universo mirado
quiere alcanzar su plenitud en el amor.
La labor de la vista está hecha,
haz en adelante la labor del corazón
con respecto a tus imágenes, esas imágenes cautivas; pues tú
las habías vencido: pero sigues sin conocerlas.
Mira, hombre interior, tu interior muchachita
conquistada en reñida lucha
contra mil naturalezas,
esta criatura sólo conquistada, todavía no amada.
20 de junio