«Duele este jodido, duele más que nunca, y cuando el muñón avisa es que las cosas no andan bien, nada bien, con tanto silencio y tanta muerte»
piensa Hermenegildo, que muchos años después se morirá de repente y lo enterrarán en el cementerio viejo y podrido donde entierran en Los Yesares a los rojos y a los que se suicidan.