El oeste

Mientras el grupo de Tanis viajaba hacia el este, el de Flint llegaba hasta el castillo del Muro de Hielo y rescataba un Orbe de los Dragones y un fragmento de una Dragonlance. A continuación zarparon de la bahía de la Montaña de Hielo y pusieron rumbo al noroeste a fin de llegar a Sancrist, refugio de los Caballeros de Solamnia. En el camino fueron atacados por un dragón blanco y la nave se estrelló en los arrecifes de las costas de Ergoth del Sur. De esta suerte, se encontraron en una región que no tenían previsto visitar[1].

Pre-Cataclismo

Durante casi mil cuatrocientos años, antes de que la supremacía de Istar se impusiera, el Imperio de Ergoth alcanzó su mayor esplendor y después se desmoronó. Con anterioridad al Cataclismo, estas tierras occidentales formaban parte del continente (salvo Sancrist), al igual que ocurría con las tierras orientales de Istar[2]. La capital de Ergoth era Daltigoth, situada en una localización central en aquellos tiempos[3]. La expansión de Ergoth empezó alrededor del 2600 a. C. y cien años más tarde llegaba hasta Silvanesti. En el 1250 a. C. la caída de Ergoth era inminente, ya que Vinas Solamnus comprendió las injusticias cometidas por los despóticos regentes del imperio y se alió con las provincias orientales rebeldes. Durante la siguiente década el país estuvo inmerso en revueltas y en el 1241 a. C. Ergoth se vio forzado a renunciar a gran parte de sus territorios[4].

Durante los cuatrocientos años anteriores a la ascensión del Imperio de Ergoth, los kenders ocuparon las tierras de Hylo, que por último se convirtieron en el Ergoth septentrional. Tras la caída de Ergoth, Hylo recuperó su estado de independencia. El nombre de Hylo (o Hilo) es típicamente kender, pues se trata de un simple juego de palabras (high-low, es decir, alto-bajo), ya que la zona es una región de tierras llanas lindantes con una bahía y montañosas al este y al oeste[5].

Sancrist, la única isla existente por entonces en el oeste, estaba poblada por gnomos desde hacía tanto tiempo que «no podían recordar haber vivido en otro lugar… y ya que a los únicos que les importaba era a ellos, su opinión era la que contaba». Sin duda alguna ya residían allí cuando los primeros caballeros habían llegado a Sancrist provenientes del reino de Solamnia, recientemente creado[6]. Los caballeros llegaron después del 1225 a. C. y fueron ellos quienes dieron el nombre abreviado al asentamiento de los gnomos: Monte Noimporta[7].

Post-Cataclismo

El resultado del ocaso político de Ergoth junto con la devastación causada por el Cataclismo fue una tierra casi despoblada. La parte más importante de Ergoth quedó sumergida desde el sur hasta el norte a todo lo largo de las bahías existentes antes de la hecatombe y de oeste a este en las tierras bajas centrales y meridionales. La inundación dejó dos grandes islas (Ergoth del Norte y Ergoth del Sur) y otras tres más pequeñas (Cristyne, Enstar y Nostar). Lo que restaba del imperio tras el levantamiento de Solamnia quedó al otro lado del estrecho de Algoni[8]. Las tierras kenders de Hylo, tanto aquí como en el oriental Ansalon, habían sufrido tales inundaciones costeras que virtualmente todos los asentamientos más importantes se encontraban bajo el mar. La urbe de Hylo en Ergoth del Norte se convirtió en una ciudad portuaria.

La mayor parte de los viajes realizados en esta zona por los Héroes de la Lanza discurrió por Ergoth del Sur. Allí, la otrora poderosa Daltigoth quedó en gran parte arrasada a raíz de la destrucción de su Torre de la Alta Hechicería, ocurrida poco antes del Cataclismo, y entró en una progresiva decadencia[9]. Sirvió de albergue a un contingente de ogros, una avanzadilla del ejército de los Dragones[10]. Situada tierra adentro en el pasado, Daltigoth se halla en la actualidad cerca de las playas de la bahía Morgash. Al norte de la bahía quedan retazos del pasado de Ergoth: la Ciudadela Fantasmal y las Planicies Muertas. Sólo la costa oriental, en el interior y en las cercanías de Eastport, está poblada[11].

En la zona meridional de la isla están las tierras donde se instalaron los elfos refugiados. Habitada en el pasado por los «Elfos Salvajes» kalanestis, la zona se dividió en asentamientos independientes regidos por cada una de las tres ramas de los elfos terrestres. Los silvanestis que huyeron al caer Silvanost llegaron muy al inicio de la contienda y con la impuesta colaboración de los kalanestis construyeron la nueva ciudad de Silvamori, al oeste de la bahía Harkan[12]. La llegada de los qualinestis provocó nuevos conflictos al instalarse al este de la bahía. Una vez más, los kalanestis se vieron forzados a trabajar para construir Qualimori. De esta manera, el territorio de los kalanestis quedó limitado a las tierras altas comprendidas entre el Thon-Sargon, el Thon-Tsalarian y las montañas de Ergoth. Laurana temió que el Thon-Tsalarian, el llamado «Río de los Muertos» por los kalanestis, se convirtiera de hecho en el Thon-Tsalaroch, o «Río de la Muerte»[13].

Remontando el curso del Thon-Sargon o «Camino de Plata» hasta su nacimiento, al noroeste del territorio kalanesti, los compañeros llegaron a las montañas de Ergoth. Allí, las cumbres convergen desde tres direcciones y en el centro de esa conjunción está el valle de Foghaven. Aunque ocultos, existen pasos que llevan al valle desde las tres zonas de tierras bajas: al este desde la bahía Morgash, al noroeste desde las tierras donde los caballeros tienen un puesto avanzado, y al sur desde las tierras elfas (una ruta conocida sólo por la «gente» de Silvara[14]). Antes del Cataclismo los peregrinos llegaban por los pasos del este y del noroeste para visitar la Montaña del Dragón y la Tumba de Huma[15].

La ida de Sancrist cambió poco con el Cataclismo, salvo por las nuevas montañas que surgieron al norte del Monte Noimporta. Aunque el asentamiento de los gnomos es un volcán apagado, las señales de «excavaciones y búsqueda de gemas» indican que las nuevas cumbres no son volcánicas[16]. En la zona meridional de Sancrist los asentamientos de los caballeros están dispersos «por doquier», pero la fortaleza mis destacada es el castillo Uth Wistan, que se encuentra en la ribera occidental del único río importante de la isla[17]. Al otro lado del río, en el centro de una explanada perpetuamente verde, está la Piedra Blanca. La roca ha sido considerada sagrada desde tiempos inmemoriales, un lugar de adoración bendecido por el Príncipe de los Sacerdotes de Istar. Aguantó indemne la devastación del Cataclismo aun cuando el suelo sobre el que se apoya se resquebrajó. Sólo el poder de la Dragonlance consiguió hendirla[18].