El este

Mientras un grupo de los Héroes de la Lanza viajaba hacia el castillo del Muro de Hielo en busca del Orbe de los Dragones, el de Tanis se dirigía a Silvanost con Alhana. Con el forzoso abandono de las ancestrales tierras elfas y el sometimiento de Lorac al poder del Orbe de los Dragones, Silvanesti compartió por fin parte del desastre experimentado por sus vecinos tres siglos y medio antes.

Pre-Cataclismo

El este de Ansalon fue escenario de la mayor devastación y cambios provocados por el Cataclismo. Antes de la hecatombe, la línea de la costa sólo estaba rota por una pequeña bahía entre Balifor y Silvanesti y otra mayor al norte de Istar[1]. Las montañas se extendían por la costa nororiental, incluida la Cima del Mundo, una cordillera próxima a Karthay y la más alta de Ansalon[2]. Algunas montañas aisladas rodeaban también la ciudad de Istar y las aguas acumuladas de sus picos y de otra cordillera cercana formaban una serie de lagos a lo largo de los ríos que fluían hacia el norte. Al sur de Istar había una franja de desierto y más allá se encontraban las suaves pendientes de las tierras costera de Balifor, hogar de los kenders[3].

Durante el predominio de Istar esta zona estaba densamente poblada. Además de la capital había otras cinco ciudades dentro del protector círculo de las montañas circundantes, con una sexta situada al final de una cercana cordillera[4]. A ciento sesenta kilómetros de Istar, se encontraba la principal ciudad portuaria: Karthay[5]. En esta urbe se alzaba una de las cinco Torres de la Alta Hechicería[6]. En Balifor los kenders tenían al menos tres ciudades. Más hacia el oeste, la capital elfa, Silvanost (posiblemente la ciudad mis antigua de todo Ansalon[7]), gobernaba una extensa región boscosa de suaves colinas que se extendía desde las fronteras de Istar hasta las montañas Kharolis. Todas las tierras del este se dividían en tres únicos reinos: Istar, Silvanesti y Balifor[8].

Post-Cataclismo

Entonces sobrevino el Cataclismo: «Una montaña de fuego asoló Istar, la ciudad explotó como un esqueleto en llamas, de valles fértiles nacieron montañas, los mares se filtraron en las grietas de las montañas, sobre los mares abandonados suspiraron los desiertos, los amplios caminos de Krynn estallaron y se convirtieron en senderos de muertos»[9]. Toda la zona central de Istar se precipitó bajo las aguas, dejando sólo unas montañas costeras que formaron un rosario de islas. Balifor se inundó de manera gradual forzando a los kenders a abandonar sus ciudades en busca de terrenos más altos. El océano anegó la bahía al oeste de Balifor hasta penetrar muy tierra adentro, de manera que se formó casi un golfo, al igual que un pequeño mar. Sólo Silvanesti salió sin grandes perjuicios del desastre, pues salvo la zona costera de la bahía de Balifor ninguna de sus tierras se perdió[10].

Istar desapareció junto con todas las montañas circundantes. El gigantesco remolino que apareció en su lugar erosionó de manera constante los otrora fértiles campos hasta que yacieron en el fondo del océano. Las partículas en suspensión de la rojiza tierra son la causa de su peculiar tonalidad que le dio tan ominoso nombre: el Mar Sangriento[11]. Si un barco queda atrapado en el Remolino, se ve arrastrado hacia unas aguas progresivamente oscuras y peligrosas. Conforme aumenta la fuerza centrípeta del agua y empeora la perpetua tormenta que cubre la zona, las distintas partes del Remolino reciben unos nombres realmente descriptivos del peligro físico que representan: Cerco Exterior, el Cepo, Mar de Pesadilla y la Sima Tenebrosa[12].

Fuera de los límites del Remolino el agua sigue siendo rojiza, aunque tiene un tono menos intenso; ello propicia que muchos nombres del área aludan a tan inquietante color: Copa de Sangre, Agua Candente, bahía Sangrienta: esta pauta se repite en todos los puntos limítrofes del Mar Sangriento. Incluso las ruinas de un antiguo monasterio se conocen por el Mirador del Mar Sangriento[13]. Aunque las ruinas se hallan en lo alto de un acantilado, su localización las sitúa en el mismo emplazamiento de una de las ciudades desaparecidas de Istar[14]. Dada la ausencia de clérigos verdaderos tras el Cataclismo, surge la pregunta de si esta estructura no se encontraría en los alrededores de dicha urbe y es todo cuanto sobrevivió al holocausto.

Las partículas de tierra rojiza suspendidas no es lo único que el Remolino arrastra hasta las costas de toda el área. El puerto de Flotsam recibe de tanto en tanto despojos arrastrados a la superficie de las ruinas que yacen a gran profundidad.

En un intento de depurar la población anterior al Cataclismo, el Príncipe de los Sacerdotes de Istar declaró que los ogros, los goblins y otras muchas razas eran herejes y promulgó su exterminio[15]. Los que escaparon a la masacre tuvieron que esconderse en las montañas costeras del este y en las Khalkist al oeste. El territorio ogro se halla al oeste del Mar Sangriento, en las estribaciones meridionales de las Khalkist: Alianza de Ogros, Kernen y Bloten[16].

Las islas orientales están gobernadas por minoramos, siendo esta raza la primera que pobló Kothas. Las restantes islas orientales sólo están habitadas por animales. Únicamente Saifhum, al norte del Mar Sangriento, alberga marineros respetables[17].

Al sur del Mar Sangriento, la reducida porción de Balifor que sobrevivió a la catástrofe fue abandonada por los kenders. Es una zona abrupta, apenas poblada por esta raza aun antes del Cataclismo, ya que los kenders prefieren las fértiles tierras bajas. Unas cuantas comunidades agrícolas se arraciman aquí y allá por las áridas tierras[18]. Port Balifor en la costa oeste y Flotsam en el norte son las únicas urbes de cierta importancia. Los habitantes de Balifor son en su mayoría gente honesta que se gana la vida a duras penas. Sin embargo, en los puertos abundan «ladrones, maleantes y goblins ociosos», hecho comprensible si se tiene en cuenta que estas fueron las primeras tierras conquistadas por los ejércitos de los Dragones[19].

Probablemente, y en especial después de los funestos cambios acontecidos en Silvanesti, la región más apacible del este es la nueva patria de los kenders: Goodlund. Cerca de las ruinas de una grandiosa tumba real perteneciente al desaparecido imperio de Istar, los kenders construyeron la ciudad de Kendermore[20]. Goodlund apenas ha tenido injerencias extranjeras; al fin y al cabo ¿quién en su sano juicio se entrometería con todo un país de kenders si puede evitarlo?