La ciudadela flotante

Aunque las ciudadelas flotantes son armas creadas por los ejércitos de los Dragones y varían de diseño dependiendo de la estructura de cada fortificación, la descripción dada a continuación está basada en la que apareció sobre Palanthas, ya que fue esta de la que se apoderaron Caramon, Tanis y Tasslehoff y, tras la batalla, el kender la hizo aterrizar en un área despejada cercana a la ciudad[1]. En su origen, las ciudadelas eran fortalezas normales, pero los Túnicas Negras y los clérigos oscuros de Sanction desarrollaron el poder de arrancar un castillo de sus cimientos y hacerlo flotar en el aire[2]. Anteriormente, sólo las fuerzas del Bien tenían esta clase de poder, ya que habían erigido la tumba flotante de Derkin y el ahora desaparecido Palacio Flotante del valle de Foghaven[3].

Los desperfectos ocasionados durante el violento proceso de atracción eran patentes y Tasslehoff los vio al llegar al patio posterior de la ciudadela flotante de Palanthas. Dicho patio era sólo un fragmento de su tamaño original y las murallas restantes estaban desmoronadas[4]. Bajo la estructura de la fortaleza eran visibles enormes bloques de roca aserrada que en su momento habían sido parte de su asentamiento natural. La maciza estructura estaba surcada de grietas[5].

La puerta principal de la fortaleza, con su correspondiente rastrillo, estaba abierta. La luz salía por el vano del acceso así como por las ventanas de los tres torreones[6]. Desde el patio posterior Tasslehoff se metió por una ventana que estaba a metro y medio del suelo, junto a una puerta cerrada[7]. Dentro encontró un corredor y una escalera, visibles a la luz de una antorcha. Los peldaños estaban empotrados entre los muros interior y exterior de la torre y sólo tenían una salida situada a bastante altura y que conducía a un balcón asomado al hueco del interior[8]. Desde el balcón Tas atisbó otro semejante al que se encontraba, en el lado opuesto, pero estaba varios pisos por debajo, en el arranque de una escalera interior. Allí estaban atrapados Tanis y Caramon, conteniendo el ataque de varios draconianos[9]. Tas desanduvo sus pasos con rapidez y recorrió el pasillo hasta encontrar una bifurcación a la derecha. Este corredor lo condujo a otra escalera que terminaba ante una puerta cerrada, tras la cual estaban sus compañeros[10].

Guiados por el enano gully que Tas había encontrado en el segundo corredor, los compañeros subieron a lo alto de la torre central, en la que se encontraba el centro de control de la ciudadela: el Timón del Capitán de los Vientos[11]. Mientras Tanis y Caramon contenían a los soldados draconianos que habían entrado en el corredor desde otra puerta, Tas y el enano gully treparon por una angosta escalera de caracol y después por una escala de hierro que conducía a una trampilla. Al otro lado había una pequeña habitación, circular y sin ventanas, en cuyo centro se alzaba una plataforma sobre la que se apoyaban dos pedestales rematados por dos globos de cristal negro. El gobierno de la ciudadela se conseguía colocando los pies en dos círculos de cristal incrustados en el suelo de la plataforma y apoyando las manos en las esferas[12].