Población

En cualquier mundo, el clima es uno de los factores principales en la ubicación de población. La gente tiende a establecerse en zonas físicamente confortables que permitan la producción del alimento necesario tanto para las personas como para los animales. No obstante, las distintas condiciones climáticas abarcan amplias franjas, de manera que deben tenerse en cuenta otros factores adicionales a la hora de explicar las ubicaciones específicas con mayor densidad de población: transportes, viabilidad en suministro de agua, terreno, cercanía a otras áreas pobladas previamente, situación estratégica comercial y/o militar, todo ello estrechamente vinculado entre sí. Por último, el mero hecho del tamaño de una ciudad o región se convierte en un atractivo que trasciende en inercia histórica.

Densidad de población anterior y posterior al Cataclismo

Lógicamente, la población de Ansalon decreció de manera dramática a raíz del Cataclismo. Miles y miles de miembros de las distintas razas perecieron, ya fuera en las inundaciones y terremotos provocados por la hecatombe o durante los meses y años que siguieron de hambre y carencia de hogares. Los cambios climáticos, la interrupción del comercio y la desaparición tanto de las instituciones gubernativas como religiosas dieron como resultado que la población tuviera que enfrentarse a obstáculos casi insalvables para conseguir simplemente subsistir. En tales condiciones era ya de por sí difícil mantener el número de habitantes y mucho menos incrementado.

Las ciudades principales y las zonas de congregación ya establecidas antes del Cataclismo se mantuvieron fuertes después del desastre, salvo las que sufrieron graves daños. De hecho, algunas poblaciones se hicieron más importantes a raíz del Cataclismo, ya que su fama atrajo a los desheredados.

Xak Tsaroth, antaño una próspera ciudad y uno de los principales centros de comercio, también se dio por perdida… excepto para los enanos gullys, que la redescubrieron. Las alteraciones de los mares afectaron sobremanera a otras dos ciudades: Tarsis y Daltigoth. Ambas perdieron sus tradicionales rutas comerciales: Tarsis por la retirada de la zona litoral y Daltigoth al quedar separada de la masa continental. La reducción del comercio y alianzas políticas provocaron la decadencia de estas ciudades y de las regiones interiores menos desarrolladas y directamente dependientes de ellas. A la inversa, pueblos que de repente se convirtieron en puertos de mar, como fue el caso de Caergoth, experimentaron un rápido crecimiento de población. Además, se levantaron ciudades totalmente nuevas, tales como Haven y Solace[1].

Distribución racial

Las áreas de asentamiento más tradicionales siguieron pobladas por los mismos grupos raciales después del Cataclismo. Los humanos continuaron siendo la raza predominante en las áreas que estaban bajo su dominio antes de la hecatombe: Solamnia, Ergoth del Norte, Abanasinia, Nordmaar, Khur y Balifor[2].

Daltigoth fue la excepción. La decadente capital derruida del antiguo Imperio de Ergoth (desmoronado en el 1240 a. C.) fue quedando deshabitada de manera gradual a raíz del desastre. En la época de la Guerra de la Lanza fue reocupada por ogros[3].

Las razas malignas que lograron escapar de Istar y del edicto de exterminio promulgado por el Príncipe de los Sacerdotes justo antes del Cataclismo, siguieron sobreviviendo en sus tierras ancestrales: los minotauros en las montañosas islas del este y los ogros y goblins en las Khalkist[4]. Alrededor de un siglo después del Cataclismo, el hambre empujó a grupos de ogros y goblins hacia el suroeste de Ansalon[5]. La reducción de la población humana en las tierras limítrofes a raíz del desastre dejó abiertas las puertas a esas turbas para que conquistaran dichas áreas desprotegidas, como ocurrió con Throt, que cayó en poder de los goblins[6].

Las otras razas, enanos, gnomos y kenders, también permanecieron en sus antiguos emplazamientos. La mayoría de los Enanos de las Montañas, incluidos los dewars, moradores de los subterráneos más profundos, así como también los gnomos, nunca habían querido mezclarse con las otras razas y se habían mantenido aislados en sus asentamientos[7]. El reino enano de Thoradin, en las Khalkist, cerró sus puertas mucho antes de que sobreviniera el Cataclismo y según los rumores habitaban en las madrigueras conocidas posteriormente como Zhakar[8]. Los Enanos de las Colinas continuaron viviendo en las tierras cercanas a los reinos de montaña de los que procedían sus antepasados y viajando a dondequiera que requiriesen sus servicios como constructores[9]. Antes del Cataclismo, los enanos gullys ya eran rechazados por todas las otras razas y se habían visto forzados a llevar una vida casi nómada. Por fin, la aparición de tantas ruinas y viviendas desalojadas les proporcionaron asentamientos donde establecerse; el más notable de todos fue Xak Tsaroth[10]. Los gnomos ampliaron un poco sus límites, ocupando las nuevas tierras emergidas al norte del Monte Noimporta[11]. Las tierras bajas de las naciones kenders, tanto Goodlund como Hylo, quedaron anegadas durante las inundaciones del Cataclismo, pero esta raza tan inconstante en otras cosas fue tenaz en este particular y continuó viviendo en las áreas restantes de sus asentamientos ancestrales[12].

El nuevo establecimiento de los elfos como resultado de la Guerra de Kinslayer fue anterior al Cataclismo[13]. Posteriormente continuaron escondidos en sus bosques, evitando el contacto con las demás razas hasta que sufrieron los ataques de las ejércitos de los Dragones. Por último, silvanestis y qualinestis prefirieron abandonar sus tierras ancestrales y no presentar más resistencia[14]. La cuarta rama de esta raza, los elfos marinos, hicieron de la hundida Istar su hogar tras el Cataclismo, pero su reino se extendía por el oeste hasta Kalaman[15].

Existen algunas otras razas en Krynn, pero son poco conocidas y no se sabe a ciencia cierta cuántos miembros las conforman. Al oeste del reino de los elfos marinos está el de los dragones marinos[16]. Pueden encontrarse trolls en un valle cercano a Pax Tharkas[17]. El arcaico Pueblo de las Sombras, de apariencia simiesca, tiene asentamientos en el subsuelo de otras ciudades aparte de Sanction, pero incluso para los habitantes de esas localidades su presencia es un mero rumor[18]. Hasta en los hielos glaciales del lejano sur hay habitantes humanos y sus enemigos, los hombres-morsa o thanois[19].