La Montaña del Dragón

En el lado norte del valle de Foghaven se alza el Monumento del Dragón Plateado, de doscientos diez metros[1]. En la colosal escultura no se aprecia puerta alguna, pero cuenta con tres entradas. La más accesible es a través de la Tumba de Huma. Otra está en el Valle Oculto, al que se llega escalando el monumento hasta las alas, entre las que se encuentra. Y la tercera va a través de una serie de cavernas y un túnel secreto que lleva al territorio de los caballeros[2].

La Tumba de Huma se encuentra en medio de un círculo de estatuas, Los Centinelas, de casi tres metros de altura y que están sometidas a un hechizo a fin de que adopten la apariencia de los amigos de quienes llegan allí sin llevar el mal en sus corazones[3]. La tumba es un pequeño rectángulo de seis metros por doce y se alza sobre una base octogonal ejecutada en tres niveles escalonados. Con todo, su simplicidad está sólo en la forma y el tamaño, ya que sus paredes de obsidiana están jalonadas de columnas y labradas con figuras de caballeros[4]. Unas puertas de bronce se abren a una única habitación. Adosados a las paredes hay bancos de piedra, y en el centro, sobre una plataforma, está un féretro vacío con la espada y el escudo de Huma a los pies. Al fondo hay un pequeño altar en el que se han labrado los símbolos de las Ordenes de los Caballeros. Frente al altar, hay un oscuro pozo: el «túnel del viento», por el que se accede a la Montaña del Dragón[5].

Tasslehoff se metió en el pozo y después de pasar entre las mágicas gemas de control se encontró cayendo a gran velocidad al ser absorbido por una fuerte corriente de aire. Después de nueve metros, el túnel de viento traza una suave curva por la que el kender fue arrastrado en posición horizontal, para poco después empezar a ascender. El túnel es tan amplio que Tas ni siquiera alcanzó a tocar las paredes y es mucho más largo que el tramo que parte de la tumba[6]. Cuando el kender pasó entre otro conjunto de joyas, empezó a perder velocidad hasta que quedó flotando al nivel del suelo de una amplia estancia[7]. Desde su aventajada posición divisó una escalinata curvada que ascendía a una galería. En el muro exterior de la galería contempló un mural en el que se representaba la Segunda Guerra de los Dragones[8]. Gracias al mapa pintado en el centro del mural Tasslehoff descubrió dónde se encontraba: en la galería inferior del Monumento del Dragón Plateado[9].

El mapa muestra que en la Montaña del Dragón existen cuatro cavidades en otros tantos niveles. La galería inferior está a la altura del cuello del dragón, y la gran escalinata que arranca de ella lleva hasta la galería superior. Una escalera secundaria desciende desde la galería inferior hasta el nivel del templo, que está casi cuarenta y cinco metros más abajo[10]. El acceso del Valle Oculto conduce a este nivel del templo[11]. Desde el interior del monumento el nivel más bajo sólo es accesible desde la galería superior, ya sea bajando por una escalera de caracol o por un segundo túnel de viento existente en el hueco de la escalera[12]. También se puede acceder al nivel inferior desde el conjunto de cuevas y túneles secretos que llevan al territorio de las caballeros. Este es el corazón de la Montaña del Dragón, no sólo por su localización, sino por su importancia, ya que es aquí donde está el último estanque de pura plata líquida existente en la actualidad, único metal con el que pueden forjarse las Dragonlances[13].