Lago Crystalmir

La ciudad de Solace está situada al este de un lago de alta montaña: Crystalmir. El lago se extiende sobre una depresión de terreno montañoso conocida como valle de Solace[1]. Los Picos del Centinela, una estribación de las montañas Kharolis, rodean parcialmente el valle por el este, oeste y sur[2]. Al norte el terreno es relativamente llano, con granjas y tierras de cultivo conocidas como Campos del Norte[3]. Desde el sitio elegido por Flint para descansar al regreso de su largo viaje —la roca junto a la calzada que entra al valle por el borde oriental— se goza de una vista panorámica excelente[4].

Solace es una comunidad primordialmente agrícola, pero también es el lugar de paso de los viajeros que transitan las calzadas que van hacia las llanuras del este, hacia el oeste camino de Haven, y hacia el sur en dirección a Gateway y más allá[5]. Los vallenwoods, que dan a la ciudad su carácter peculiar, crecen por todo el valle de Solace, salvo en los terrenos de labranza del norte[6].

Además, entre Solace y las riberas del Crystalmir hay un bosque de pinos tan denso que cuando los compañeros huyeron por el sendero del lago sus perseguidores no los vieron[7]. Si los compañeros hubiesen huido hacia el sur por la calzada que parte desde Solace, habrían llegado a un antiguo puente de piedra. Este se alza sobre el arroyo Solace, que nace en el lago Crystalmir y que discurre en dirección a Gateway. Al oeste del puente, la calzada de las llanuras se une al Camino de Haven, que viene desde el norte para proseguir en la misma dirección del arroyo a través de los Picos del Centinela, hasta llegar al Paso Sur[8].

Sin embargo, los compañeros se escabulleron por el sendero del lago a lo largo de un kilómetro, más o menos, y cruzaron el Crystalmir en un bote, refugiándose en una cueva que había en la ribera oeste[9]. Parecía una simple grieta abierta en la roca, pero al otro lado había una cueva lo bastante amplia para que los ocho viajeros se instalaran cómodamente, e incluso para encender una fogata[10]. A la mañana siguiente, les llevó una hora atravesar la espesa maleza que crecía bajo los vallenwoods desde la cueva hasta la calzada, a pesar de que la distancia era apenas unos centenares de metros[11].