Un punto clave que debe tenerse en cuenta cuando se piensa en el clima de Ansalon es que el continente está situado en el hemisferio sur de Krynn. Desde el casquete polar del sur a los trópicos del noroeste, Ansalon tiene toda una gama completa de climas[1]. Como ocurre con casi todas las características de Ansalon, también se produjeron cambios climáticos tras el Cataclismo. Las distintas localizaciones de los mares alteraron el curso de las corrientes de aire marinas y de las borrascas. La aparición de nuevas y más extensas cadenas montañosas incrementó las variaciones locales, y las correspondientes lluvias de barlovento y las sequías de sotavento trasladaron los climas desérticos.
La mayor parte de Ansalon era habitable antes del Cataclismo. Por lo general, un clima ecuatorial con su característica humedad y abundantes precipitaciones, tan favorables para la expansión de zonas boscosas, no se presta bien para desarrollar una agricultura productiva. Gracias a las corrientes frías del oeste, el clima ecuatorial de Krynn quedaba restringido al lejano noreste.
Las altas presiones, con su consiguiente descenso de vientos secos, se concentraban en las tierras bajas interiores, al este de las Khalkist durante el invierno, y en la bahía situada inmediatamente al norte durante el verano, creando de este modo unas condiciones de características desérticas a lo largo de todo el año. El límite occidental de esta área, cerca de Kendermore, resultaba menos afectado debido al traslado hacia el norte del tiempo seco en verano y su localización más hacia la costa en invierno. Algunas estaciones y/o años fueron bastante húmedos. Es probable que incluso más cerca de las Khalkist existieran zonas de hierbas ralas y matojos. En definitiva, la extensión del área no era lo bastante grande para producirse las vastas y arenosas expansiones de un desierto.
Entre las zonas ecuatoriales y desérticas del noreste de Ansalon existía una estrecha franja de sabana o grandes praderas, que comprendían desde brañas de hierba alta con abundantes árboles, en los límites de los bosques tropicales, hasta llanuras de hierbas bajas con árboles a lo largo de los cursos fluviales, próximas al desierto. Estos climas subtropicales son excelentes para la producción de forraje y grano y toleran una mayor variedad de agricultura apoyada con fertilización y riego. De esta suerte, no es de sorprender que las ciudades principales de Istar se encontraran en esta zona. El área más extensa de Ansalon tenía un clima templado. Desde Sancrist en el oeste hasta la suroriental Goodlund, una ondulada franja abarcaba todo el antiguo Ergoth y Solamnia, después viraba al sur a través de las Khalkist hasta Silvanost y más allá. En esta zona, la abundancia y frecuencia regular durante todo el año de las precipitaciones eran las más indicadas para la agricultura. Aunque de vez en cuando los inviernos eran más fríos y se producían nevadas esporádicas, la estación hibernal no era ni muy larga ni muy cruda.
El clima continental de la zona meridional de Ansalon provocaba inviernos cuya crudeza se incrementaba conforme se viajaba hacia el sur y tierra adentro. No obstante, los veranos cálidos, y primaveras y otoños agradables, aunque cortos, hacían estas tierras habitables salvo en las cumbres altas. El aire más frío retardaba la evaporación, favoreciendo el crecimiento de grandes bosques en los que se mezclaban árboles de hoja ancha y caduca y los de verdes agujas perennes. Estos últimos eran muy abundantes cerca de las áreas costeras, tales como Qualinesti y Silvanesti. Allí donde no había árboles, ya fuera por causas naturales o por deforestación para ganar terreno para la agricultura, las tierras eran productivas tanto para cultivos como para pastizales.
Las áreas más meridionales de la zona continental entraban de manera gradual en una estrecha franja en la que sólo crecían árboles perennes antes de alcanzar la parte más fría de Ansalon: la tundra subglacial con sus musgos, líquenes, marjales, pantanos; un paisaje monótono, roto sólo por unos pocos árboles perennes enanos, crecidos al abrigo de las áreas resguardadas. Sin embargo, incluso allí el verano podía ser agradable. Las corrientes cálidas del este frenaban el avance de un clima ártico, circunscrito en el lejano sur.
Uno de los cambios climáticos más evidentes tras el Cataclismo fue la expansión de la zona ártica en el sur. Aunque la masa continental de Ansalon no alcanza esta área, la alteración y consiguiente debilitación de la corriente cálida oriental, al atravesar el nuevo mar de Istar, ha propiciado que los cercanos hielos polares se extiendan por la costa sur del continente. Una vez iniciado el proceso, la creciente expansión glacial se hizo imparable. El sistema de altas presiones, con sus temperaturas gélidas, vierte sobre las llanuras meridionales de Ansalon chorros de aire frío y seco procedentes del glacial, propiciando la lenta y constante expansión de los hielos.
Los efectos de vientos progresivamente fríos y secos fueron extensos y generalizados. La corriente fría occidental se tornó más fría y fuerte después del Cataclismo, de manera que cada «franja» climática sufrió un ligero desplazamiento hacia el norte. En consecuencia, Tarsis se encuentra ahora en una zona subglacial, en tanto que la zona continental, con su clima variable de inviernos fríos con abundantes precipitaciones de nieve, abarca Ergoth del Sur, el área meridional de Solamnia, toda Abanasinia y un área de Silvanesti ligeramente superior a la de antes del Cataclismo. Las corrientes frías que penetran en el Nuevo Mar tal vez hayan contribuido también a este desplazamiento septentrional en las franjas climáticas.
El efecto de «barrera», causado por el gran crecimiento de las montañas Khalkist, donde se frenan los frentes lluviosos, ha propiciado una ligera expansión del área desértica del norte. La súbita aparición del mar de Istar permitió que las corrientes ecuatoriales se trasladaran mucho más al sur. La enorme extensión de agua también aportó la benigna influencia «marina» a las áreas costeras colindantes, reduciendo mucho la rigurosidad de temperaturas extremas. De tal suerte, el clima cálido y húmedo ecuatorial, ya presente en el noreste, se extendió más hacia el sur. Entre el desplazamiento hacia el norte de las franjas de clima frío, la expansión del desértico, y el desplazamiento al sur del ecuatorial, el espacio para el variable clima subtropical se vio reducido. Ansalon es ahora una tierra de climas extremos.