A Chelsea Quinn Yarbro por el «buen vampiro» Saint Germain, que teme su hambre porque puede matar, y busca el amor para lograr la fuerza que necesita.A George R. R, Martin por su Sueño del Fevre, y la lucha de Joshua York para utilizar la ciencia a fin de vivir con su vampirismo sin tener que matar a seres humanos. A Andre Norton que compró mi relato «Trough the Moon Gate» para su antología del Mundo de las Brujas, y así me permitió añadir un vampiro al Mundo de las Brujas…, sólo con la condición de que no fuera «malvado»