Charles Stross, nació en Leeds, Reino Unido, en 1964. Actualmente vive en Edimburgo, Escocia. Trabajó durante un tiempo como farmacéutico, pero dejó el trabajo tras de dos malas experiencias con la policía después de sufrir dos atracos a mano armada. Se licenció en informática, especializándose en el entorno UNIX y en Internet, y se dedicó a la programación durante diez años. Fue el desarrollador principal en DataCash, una de las empresas punto-com británicas cuyos sistemas procesan los pagos con tarjetas de crédito a través de la red y que, en determinado momento, llegó a abarcar el treinta por ciento de las transacciones en el Reino Unido, todas utilizando servidores que Stross había escrito. Sin embargo, con una lista de objetivos a cumplir que alcanzaba ocho años, en medio de la vorágine del efecto 2000 y preparándose para salir a bolsa, la tensión del trabajo estuvo a punto de poder con él. Stross salió de esa crisis nerviosa escribiendo “Lobsters”, y dejando la empresa para convertirse en profesional independiente. Stross sigue escribiendo una columna sobre Linux en la revista Computer Shopper, así como una columna sobre programación en Perl en Linux Format, así como artículos sobre Perl, software de código abierto y libertades civiles en la red en Computer Shopper, Linux Format, PC Plus y otras revistas, además de haber publicado un libro sobre arquitectura de páginas web en 1996.

Stross comenzó a hacerse famoso a partir de verano del 2001 con la publicación en Estados Unidos de Lobsters, la primera historia de las nueve que componen la serie Accelerando que ha ido siendo publicada por el Asimov magazine, ambientada en una época avanzada del siglo XXI y enclavada en el más puro estilo ciberpunk. El talento de Stross ha sido ensalzado por personalidades del género como Gardner Dozois o Michael Swanwick y ha sido comparado con Bruce Sterling, Greg Egan o Ken McLeod. Los cuentos de Accelerando están repletos de imaginación y son tan densos en información, si no más, que los del mismo Greg Egan. Uno de los temas que centran sus historias es la idea de que la condición humana puede ser mejorable a través de las tecnologías, tal como se actualiza y mejora un equipo informático. También tiene una gran importancia en sus obras el movimiento “código abierto”, los programas que, como el sistema Linux, son fruto del intercambio de información y de la colaboración de miles de internautas y que para Stross constituirán uno de los principales motores industriales del futuro, incluso cuando este fenómeno se pueda trasladar a los soportes informáticos o a la tecnología húmeda, en el desarrollo de implantes y nanotecnología. Sin embargo, el pilar fundamental sobre el que se sustenta la mayor parte del universo creado por Stross en sus obras más famosas son las singularidades, los puntos de inflexión históricos en los que un salto tecnológico revoluciona la realidad de una forma casi inimaginable antes del cambio.

Tanto su primera novela, Singularity Sky, como la siguiente,Festival of Fools, las dos ambientadas en el mismo universo, nos presentan un space opera post-singularidad, cinco siglos en el futuro, en el que la alteración en la causalidad que implican los viajes más rápidos que la luz forma parte de la revolución tecnológica que ha sacudido el universo. Su tercera novela, The Atrocity Archive, se está publicando en forma de serie en la revista de ciencia ficción escocesa Spectrum SF, y consiste en un thriller de espías situado en un multiverso. Su cuarta novela aparecerá bajo seudónimo, ya que se trata de un género distinto, el de historias alternativas, y con el título original “A Family Trade”.

Sus influencias literarias surgen principalmente de la era ciberpunk, y su implicación con ese mundo es más que evidente: trabaja en la red, ha participado en el fenómeno punto-com, e incluso duerme en una cama japonesa comprada a una multinacional escandinava. Bruce Sterling es una de sus principales referencias, pero también reconoce a algunos de sus contemporáneos como Jon Courtney Grimwood, a quién considera mucho mejor que Neal Stephenson, o Ken MacLeod, y Iain Banks, con los que comparte la inclinación por la mezcla de ciencias puras y space ópera. Actualmente dedica la mayor parte de su tiempo a escribir ciencia ficción y artículos técnicos, y en su tiempo libre aprovecha para practicar sus aficiones, entre ellas escuchar música industrial y marginal, escribir en varios grupos de noticias (entre ellos alt.peeves y rec.arts.sf.composition) y coleccionar ingenios extraños y ordenadores abandonados, de los que tiene repleto su piso.