La información con que he contado acerca de Rudolph Schriever y sus camaradas en el Proyecto Platillo procede principalmente de los siguientes artículos: «Untertassen-Flieger Kombination», Der Spiegel, 30 de marzo de 1950; «Fliegende Untertasse in Deutschland erfunden», Sonderbericht der Deutschen Illustrierte, página 1350, 1951; «Fliegende Untertasseneine Deutsche Fliegende Untertasse», Das Ufer-die Farb-Illustrierte, núm. 18, de 1 de septiembre de 1952; «Flugscheibe flog 1945 in Prag» (entrevista con Georg Klein), Welt am Sonntag, 25 de abril de 1953; «Wunderwaffen 45», Bild am Sonntag, 17 de febrero de 1957; «Die UFOs eine Deutsche Erfindung», Das neue Zeitalter, 5 de octubre de 1957; «Flugkreisel, irdisch», Geun & Welt, núm. 14, 2 de abril de 1959; «Deutsche UFOs schon 1947/48 einwandfrei beobachtet», Das neue Zeitalter, 6 de febrero de 1965; «Projekt Flugkreisel», Bremerhavener Zeit (copia sin fecha); «Deutsche Flugkreisel», Luftfahrt International, núm. 9, mayo-junio de 1975. El libro del mayor Rudolph Lusar, German Secret Weapons of World War II (véase nota del autor), que fue obra de referencia de incalculable valor tanto sobre los proyectos secretos alemanes completos como incompletos, contiene asimismo una sección detallada: Projekt Saucer.
Junto con el libro de Lusar, la mayor fuente de información sobre las innovaciones aeronáuticas alemanas durante la Segunda Guerra Mundial, y también sobre la historia posbélica de la utilización por parte de ingleses, americanos y canadienses de tales innovaciones, fue la poco conocida obra de Renato Vesco Intercettateli Senza Sparare, publicada por vez primera en 1968 por E. Mursia & Co., Milán, Italia, aparecida después en versión inglesa efectuada en 1971 por Grove Pres bajo el engañoso título Intercept - But don’t Shoot, y reeditada en 1974 por Zebra Publications Inc, de Nueva York, con el título Intercept UFO. Por desdicha, mientras Vesco basa gran parte de su información técnica en fuentes oficiales fidedignas, comprendidos los informes secretos del Combined Intelligence Objectives Subcommittee (HMSO, Londres, 1945-1947), Alsos (Schuman, Nueva York, 1947), de Samuel A. Goudsmit (uno de los miembros del grupo Robertson), e informes similares de otros investigadores científicos de la Segunda Guerra Mundial, no ofrecen fuentes de información sobre el Feuerball y el Kugelblitz, capitales en su argumentación. Sin embargo, el libro de Vesco sigue siendo indispensable en dos aspectos: 1) es la historia más detallada publicada sobre las poco conocidas, pero revolucionarias innovaciones aeronáuticas alemanas; 2) aunque el autor no menciona a Schriever ni el Proyecto Platillo, presenta un argumento convincente para respaldar su creencia de que una máquina llamada Kugelblitz derivase directamente del Feuerball (el célebre Foo Fighter), sugiriendo con válidos argumentos que tanto el Kugelblitz como el Feuerball fueran destruidos por las SS en su retirada, detalles que guardan sorprendente paralelismo con la leyenda de Schriever.
Aparte las obras antes mencionadas, han resultado auténticamente valiosas para mí las que siguen: Hitler’s Last Weapons: The Underground War Against the VI and V2, de Jozef Garlinski (Julian Friedmann, 1978); V2, de Walter Dornberger (Hurst and Blackett, 1954); The Birth of the Missile: The Secrets of Peenemünde, de E. Klee y O. Merk (Harrap, 1965); History of the German Guided Missile Development, de T. Benecke y A. W. Quick (Brunswick, Verlag E. Applehans, 1957); German Guided Missiles, de R. F. Pocock (Londres, Ian Allan, 1966); Raketon-Flugtechnik, de E. Sanger (Ann Arbor, Michigan, Edwards, reedición de la de 1933 publicada por Oldenbourg de Munich); Soviet Rocketry, de Michael Stoiko (David & Charles, 1971); The Papers of Robert H. Goddard, publicado por E. C. Goddard (Nueva York, McGraw Hill, 1970); The Rise and Fall of the Third Reich[6], de William L. Shirer (Secker & Warburg, 1960), Adolf Hitler[7], de John Toland (Nueva York, Doubleday & Company Ballantine, 1976 y 1977 respectivamente); Gestapo, de Edward Crankshaw (Putnam & Company, 1960); Children of the S. S., de Clarissa Henry y Marc Hillel (Londres, Hutchinson & Co., 1976); Himmler als Ideologue (Gottingen, 1970); y The Occult Establishment, de James Webb (La Salle, Illinois, Open Court Publishing Co.), una de las pocas obras serias acerca de los nazis y lo oculto.
Entre los centenares de los libros considerados «objetivos» sobre ovnis, muchos de los cuales vale la pena olvidar, son de considerable interés los siguientes: The UFO Experience: A Scientific Inquiry (Corgi) y The Hynek UFO Report (Sphere), ambos del doctor J. Allen Hynek; The Report on Unidentified Flying Objects (Nueva York, Doubleday & Co, 1956), de Edward J. Ruppelt; The UFO Controversy in America (New American Library, 1976), de David Michael Jacobs; Project Blue Book (Ballantine, 1976), editado por Brad Steiger[8]; The Interrupted Journey (Londres), Corgi Books, 1981, de John G. Fuller[9]; The Crack in the Universe (Londres, Neville Spearman), de Jean-Claude Bourret; UFOs From Behind the Iron Curtain (Londres, Souvenir Press), de Ion Hobana y Julien Weverbergh; UFOs: A Scientific Debate (Nueva York, W. W. Norton & Co), editado por Carl Sagan y Thornton Page; Socorro Saucer (Fontana), de Ray Stanford; Worlds Beyond (Berkeley, California, And/Or Press), editado por New Dimensions Foundation; UFO Exist! (Ballantine), de Paris Flammonde; y UFOlogy (California, Celestial Arts), de James M. McCampbell, que es un fascinante análisis de las propiedades físicas teóricas de los ovnis.
La famosa revista mensual Flying Saucer Review constituye lectura obligada para todo interesado en el tema, pero debe ser utilizada de modo muy selectivo.
Expreso mi reconocimiento a la obra Exploring Space With A Camera, de la NASA, y a sus reproducciones y análisis de las fotografías, tan discutidas, del satélite ESSA 7. También estoy agradecido a la obra Antarctica, de Eliot Porter (Londres, Hutchinson, 1979), donde tanto texto como fotografías son magníficos.
Si algunos de mis lectores creyeran que los horrores fisiológicos y psicológicos que se presentan en algunos capítulos de Génesis son tan sólo fruto de la febril imaginación del autor, debo recomendar los siguientes libros sobre el tema: As Man Becomes Machine (Abacus), de David Rorvik; Man Modified (Paladin), de David Fishlock[10]; Manipulation (Fontana), de Erwin Lausch; The People Shapers (Futura), de Vanee Packard; Supernature (Coronet), de Lyall Watson; The immortalist (Panther), de Alan Harrington; Inside the Black Room: Studies of Sensory Deprivation (Pelican), de Jack Vernon; Techniques of Persuasion (Pelican), de J. A. C. Brown[11]; Hypnotism: Fact and Fiction (Pelican), de F. L. Marcus; PSI: Psychic Discoveries Behind the Iron Curtain (Abacus), de Sheila Ostrander y Lynn Schroeder; Future Science (Nueva York, Anchor Books, Doubleday), editado por John White y Stanley Krippner; Future Facts (Heinemann), de Stephen Rosen; y Mysteries (Hudder & Staoughton), de Colin Wilson.
Manifiesto asimismo mi reconocimiento a las siguientes bibliotecas y universidades por su amable colaboración al permitirme reunir material de investigación: Cornell University, Nueva York; The Massachusetts Institute of Technology, Massachusetts; The University of London; The British Museum Library, Londres; The Imperial War Museum, Londres; Württembergische Landesbibliothek; Landesbibliothek, Stuttgart; Universitätsbibliothek, Friburgo de Brisgovia; Staats-und Universitätsbibliothek, Hamburgo.
También estoy personalmente reconocido a Stephanie Trudeau, de Nueva York; a Willi Mayer, Reinhold Stoll y Rudiger y Hannelore Vogt, de Alemania Occidental; a Mark Williams, de la revista Lookout, España; a Martin Atcherley, por su amable colaboración en lo relativo a Paraguay y Argentina; a James Webb, por su muy autorizada respuesta a mis consultas sobre las SS y lo oculto; a Richard e Iris Gollner, mis agentes e incidentales investigadores; a Nick Austin, por su generosidad con algunos libros, y a Alan Earney, por su entusiasta respaldo al proyecto en su conjunto.
W. A. Harbinson
Londres, 1980