21 de Mayo, 1992

21 de Mayo, 1992

Querido amigo,

El curso está a punto de terminar. Nos queda más o menos un mes. Pero a los de último curso, como mi hermana y Sam y Patrick, solo les queda un par de semanas. Luego, tienen el baile de fin de curso y la graduación, y están todos muy ocupados haciendo planes.

Mary Elizabeth va a llevar a su nuevo novio, Peter. Mi hermana llevará a Erik. Patrick va con Alice. Y Craig accedió a ir con Sam esta vez. Incluso han alquilado una limusina y todo. Aunque mi hermana no. Ella va a ir en el coche nuevo de su novio, que es un Buick.

Bill se ha puesto muy sentimental últimamente porque siente que su primer año de enseñanza está tocando a su fin. Al menos, eso es lo que me ha dicho. Tenía la intención de mudarse a Nueva York y escribir obras de teatro, pero me ha dicho que ya no está seguro de querer hacerlo. Le gusta mucho enseñar Literatura a los chicos, y cree que tal vez pueda encargarse también del departamento de Teatro el año que viene.

Supongo que ha estado pensando mucho en esto porque no me dio ningún libro para leer desde El extranjero. Eso sí, me pidió que viera un montón de películas, y que escribiera una redacción sobre lo que pensaba de todas ellas. Las películas eran El graduado, Harold y Maude, Mi vida como un perro (¡que tiene subtítulos!), El Club de los Poetas Muertos, y una película llamada La increíble verdad, que ha sido muy difícil de encontrar.

Vi todas las películas en un día. Fue bastante guay.

La redacción que escribí fue muy parecida a las últimas redacciones que escribí porque todo lo que Bill me dice que lea o vea es muy parecido. Salvo cuando me hizo leer El almuerzo desnudo.

Por cierto, me dijo que me había dado ese libro porque acababa de romper con su novia y se sentía filosófico. Supuse que esa era la razón de que estuviera triste aquella tarde cuando hablamos de En el camino. Me pidió disculpas por haber dejado que su vida privada afectara a su docencia, y las acepté porque no sabía qué otra cosa hacer. Es raro pensar en tus profesores como personas, incluso tratándose de Bill. Supongo que desde aquello se ha reconciliado con su novia. Ahora están viviendo juntos. Por lo menos, eso es lo que me ha dicho.

Bueno, en el instituto Bill me ha dado mi último libro para leer este curso. Se llama El manantial, y es muy largo.

Al darme el libro, Bill me dijo:

—Sé escéptico con este. Es un libro buenísimo. Pero intenta ser un filtro, no una esponja.

A veces creo que Bill se olvida de que tengo dieciséis años. Pero me alegro mucho de que lo haga.

No he empezado a leerlo todavía porque estoy muy retrasado con mis otras clases, después de haber pasado tanto tiempo con Patrick. Pero si puedo ponerme al día, terminaré mi primer año de instituto con todo sobresalientes, que es algo que me hace muy feliz. Casi no conseguí sobresaliente en mates, pe­ro entonces el profesor Carlo me dijo que dejara de preguntar «¿por qué?» todo el tiempo y que simplemente siguiera las fórmulas. Así que lo hice. Ahora saco la nota máxima en todos mis exámenes. Ojalá supiera para qué sirven las fórmulas. Sinceramente, no tengo ni idea.

Estaba pensando antes que al principio empecé a escribirte porque me daba miedo empezar el instituto. Hoy me siento bien, lo que es curioso.

Por cierto, Patrick dejó de beber aquella noche que vio a Brad en el parque. Supongo que se encuentra mejor. Solo quiere graduarse e irse a la universidad ya.

Vi a Brad en el aula de castigo el lunes después de haberlo visto en el parque. Y tenía el mismo aspecto de siempre.

Con mucho cariño,

Charlie