[1] Hume 1983, vol. I, p. 169. <<
[2] North y Thomas 1982, p. 52. <<
[3] Cf. Duby 1970, p. 94-95. <<
[4] Ya bastante antes, en 571, el ministro bizantino de Teodorico, Casiodoro, la menciona como «patria de mercaderes marítimos». <<
[5] Cf. Braudel 1992, vol. III, p. 120. <<
[6] Pirenne 2005, p. 76. <<
[7] Cf. Aguilera-Barchet 1989, p. 37. <<
[8] Samuel el Grande, caudillo y primer ministro del reino de Granada, es también uno de los mejores poetas hebreos de todos los tiempos. Cf. Shahak 2002, p. 155. <<
[9] Su plan original fue ir conquistando Europa hasta caer sobre Bizancio desde el noroeste; cf. Gibbon 1984, vol. III, p. 534-535. <<
[10] Cf. Mariana, Historia de España IX, cap. 18. <<
[11] Un tesoro de información, básicamente musulmana, contiene la Bibliotheca Arabico-Hispana Escurialensis, editada entre 1760 y 1770. Los datos recién mencionados están en el tomo II, p. 104. <<
[12] Cf. Gibbon 1984, vol. III, p. 536. <<
[13] Ibíd., p. 557. <<
[14] Mandó despellejar con sumo cuidado a uno de sus enemigos, por ejemplo, para que la piel entera pudiese rellenarse luego de algodón y ser objeto de crucifixión pública. Emprendió cincuenta y dos campañas militares entre 978 y 1001. <<
[15] Radhaniyya en árabe. Sobre Ibn Khurradhbih, el cronista, cf. McCormick 2005, p. 640-642. <<
[16] De insolentia iudaerorum 195, 149-159. <<
[17] Libellus de vita et miraculis S. Godrici, heremitae de Finchale, auctore Reginaldo monacho Duhelmensi, en Pirenne 2005, p. 79-80. <<
[18] Ibíd, p. 86 y 84. <<
[19] Sobre Kiev y las primeras ciudades rusas el texto pionero es Rostovtzeff 1922. <<
[20] Una de las sagas nórdicas llama «niñero» a cierto islandés porque se negaba a ensartar niños de pecho con su lanza, como el resto del grupo; cf. Bloch 1961, p. 19. <<
[21] Génova y Pisa como potencias navales, Milán, Parma, Pavía y Lucca como centros de industria, y la Lombardía en general como combinación de agricultura y comercio, apoyada sobre la extraordinaria feracidad que empieza a lograrse en el valle del Po. <<
[22] Cf. North y Thomas 1982, p. 55. <<
[23] Portus es «lugar desde el cual se importan y exportan mercancías» (Digesto, 16, 59), definición idéntica a la que ofrece san Isidoro: «Portus dictus a deportandis comerciis» (Etimologías XIV, 39-40). La raíz verbal se conserva en holandés, donde poort significa ciudad y poorter burgués. <<
[24] «Los magiares, procedentes de Asia e instalados desde 896 en la actual Hungría […] no diferían mucho de los hunos y devastaron Alsacia, Lorena, Borgoña y el Languedoc. Los ataques de los normandos se hicieron anuales a partir de 843, y en 845 saquearon los portus de Hamburgo y París con una flota de 120 naves, que transportaban una media de 50 hombres»; Cipolla 2003, p. 150. <<
[25] Cf. Mumford 1979, vol. I, cap. 9. <<
[26] Hegel 1967, p. 268. <<
[27] La mayoría eran obispados u arzobispados, aunque algunos —como Frankfurt, Nüremberg o Ulm— fuesen ciudades no episcopales. <<
[28] «Cronicon santi Andrea Castri Cameracesi», cf. Pirenne 2005, p. 101. <<
[29] Cf. Duby 1970, p. 244. <<
[30] Cf. Pirenne 2005, p. 119. <<
[31] Cf. Barraclough 1985, vol. III, p. 122. <<
[32] Gestionan las granjas como capataces, recaudan tasas, desempeñan funciones contables y, en general, velan por la hacienda de su amo. Dos siglos más tarde muchos se han transformado en nobleza menor, entre otras causas porque la creciente crisis económica de ese último escalón aristocrático ha hecho que muchos hidalgos se postulen como ministeriales. Una monografía sobre su evolución ofrece Benjamin 1985. <<
[33] Cf. Pirenne 2005, p. 93. <<
[34] Cohn 1970, p. 48. <<
[35] Allí donde la romanización fue superficial —en todos los territorios situados al norte del Rhin— las civitates o no existieron o desaparecieron, y deben por eso partir de cero como Hamburgo o Lübeck. En Europa meridional la urbanización parte siempre de algún enclave otrora importante, que fue deshabitándose y ahora empieza a poder crecer. <<
[36] Mumford 1979, vol. I, p. 363. <<
[37] Ibíd p. 319. <<
[38] El cardenal de Cusa es quizá el primer pensador de primera fila que dedica un libro a cierto juego —el de bolos— a título de propedéutica filosófica. Escrito en 1463, su De ludo globi define la actividad lúdica en general como «un tesoro de enseñanzas» (I, 2; Opera Omnia, vol. IX). <<
[1] Smith 1982, p. 81. <<
[2] Cf. Cohn 1970, p. 53-54. <<
[3] La entonces famosa Visión de Weltin, compuesta por un fraile once años antes de morir el Emperador, «le representa en el purgatorio con un buitre que le devora tenazmente el miembro criminal, mientras el resto del cuerpo —emblema de sus virtudes— se conserva intacto» (Gibbon 1984, vol. III, p. 665-666). Las habladurías insistieron también en que no pudo resistir los encantos de algunas entre sus muchas hijas. <<
[4] Troeltsch 1992, vol. I, p. 349. <<
[5] Cf. Aguilera-Barchet 1989, p. 44-57. <<
[6] North y Thomas 1982, p 55. <<
[7] Duby 1970, p. 230. <<
[8] Basilea, que por entonces tiene el único puente sobre el Rin desde el lago de Constanza al Atlántico, se adelanta al resto de las ciudades libres alcanzando ya en 1118 un concierto fiscal entre su príncipe-obispo y un grupo «popular» de comerciantes, ministeriales y guerreros profesionales. <<
[9] Duby 1970, p. 226-227. <<
[10] Ibíd, p. 231. <<
[11] Hume 1983, vol. I, p. 445. <<
[12] Aparte del rey Juan sus firmantes son veinticinco barones, trece obispos, veinte abades, el Maestre de los Templarios ingleses, los príncipes de Gales y el rey de Escocia. Ni un common ha intervenido. <<
[13] «La Carta Magna suministra los perfiles de un gobierno legal, con una distribución igualitaria de la justicia y libre disfrute de la propiedad, objetos primarios de la sociedad política humana» (Hume 1983, vol. I, p. 445). <<
[14] Aproximadamente, «Y si nuestros hombres están seguros, los otros estarán seguros en nuestra tierra». <<
[15] Cf. North y Thomas 1982, p. 66. <<
[16] Ibíd, p. 84. <<
[17] Los descubrimientos más extraordinarios del periodo serán dos objetos hoy perdidos como la Verdadera Cruz y el Santo Grial. La Santa Sábana, conservada en Turín, ha sido sometida a carbono-14 y parece ser un tejido del siglo xiv. <<
[18] Cf. Nicholson 2001, p. 4. Ese documento es, sin duda, el precedente del cheque. <<
[19] Cf. Aguilera-Barchet 1989, p. 196-197. <<
[20] Una cuidadosa operación policial —orquestada por Clemente V y Felipe III, el rey francés (endeudado con la Orden por cifras astronómicas)— encarcela simultáneamente a los principales templarios de Europa y a su gran maestre, Jacques de Molnay, que tras ser torturados para obtener confesiones de blasfemia acaban pasando por la hoguera en 1314. <<
[21] Cf. Aguilera-Barchet 1989, p. 189. <<
[22] Garrigues 1976, vol. I, p. 765. <<
[23] El Código se llama también Decreto de Graciano, por el monje agustino que compiló los cánones. <<
[24] Canon II, dist. 88. <<
[25] El espíritu de las leyes, 4, XI, 4. Véase más adelante, p. 347-348. <<
[26] Los Usatges (1064) de Barcelona, que por entonces es ya uno de los cinco puertos europeos más importantes, mencionan un «derecho expeditivo» aplicable a extranjeros (sin duda comerciantes); cf. Pirenne 2005, p. 167, y Aguilera-Barchet 1989, p. 57. <<
[27] Pirenne 2005, p. 138-139. <<
[28] El monarca francés, uno de los casos extremos, es por entonces un minifundista comparado con el duque de Borgoña. <<
[29] Llegaron a ser más de sesenta, presididos por una Lübeck que es la primera ciudad libre en sentido estricto, también llamada «imperial» por ignorar la jurisdicción de todo magistrado intermedio entre ella y el Emperador. Su senado hanseático, que seguía gobernándola en 1933, desapareció tras prohibir a Hitler celebrar mítines electorales allí. <<
[30] Cf. Duby 1970, p. 226. <<
[31] Los kontors hanseáticos estaban en Londres, Brujas, Colonia, Bergen, Visby y Novgorod. <<
[32] Ya en 1285 ha doblegado a Noruega con un bloqueo de grano, y en 1388 hará lo mismo con Brujas. <<
[33] El ayuntamiento de Tallin (Estonia), algunos edificios de Bergen (Noruega) y el gran almacén de Gdansk (Polonia) preservan ese primer módulo de arquitectura «comercial». <<
[34] Cf. Braudel 1992, vol. III, p. 103. <<
[1] Cohn 1970, p. 75. <<
[2] Resumen oficial de los veintisiete «axiomas o dictados» de Gregorio VII en el Sínodo de Roma (1075). <<
[3] Hasta Gregorio VII ningún papa había depuesto a un monarca, aunque su ejemplo iba a ser continuado —y ampliado— por el enérgico Inocencio III. El padre de Enrique IV, Enrique III el Piadoso, depuso hasta a tres Papas y nombró a dos sin enajenarse el agradecimiento perpetuo de la Santa Sede. <<
[4] Está llegando la apoteosis del normando, que no es sólo el guerrero más eficaz sino el más valiente y gallardo, admirado por el resto de la caballería europea. Las hazañas de Roberto Guiscard en Italia y el Mediterráneo tienen su correlato en la conquista de Inglaterra que consuma por entonces (1066) el duque de Normandía, Guillermo. Hacia 980 su padre Rollo, que todavía ha visto con sus ojos los fiordos noruegos, protagoniza una lección que será inolvidable para el monarca francés. En efecto, quedarse con Normandía exige prestar un homenaje que el protocolo del momento concreta en besar uno de sus pies, y como sus barones le suplican que acepte se resigna a hacerlo; pero en el último momento toma el zapato de hebilla ofrecido a sus labios y lo lanza con fuerza hacia arriba, provocando una caída estrepitosa del rey. Antes de que la guardia y los cortesanos reaccionen los barones normandos han rasgado el silencio tocando el pomo de sus armas al unísono, y tras un cruce de miradas, «los franceses consideraron prudente pasar por alto el insulto»; Hume 1983, vol. I, p. 114. <<
[5] Las hostilidades sólo cesan tras el Concordato de Worms (1122), cuya decisión salomónica es distinguir entre una investidura clerical («consagración»), que corresponde sólo a la Iglesia, y una investidura feudal («otorgamiento del derecho de regalía») que corresponde sólo al señorío laico. <<
[6] De Francia central (Cluny) y Lorena (Brogne y Gorz). <<
[7] En 1090 Bonizon de Sutri cifra el código del caballero cristiano en «sumisión a su señor, renuncia al botín, pelear contra los herejes, proteger a pobres, viudas y huérfanos y profesar amor platónico por la dama»; cf. Bloch 1961, p. 76. <<
[8] Para Graciano —compilador del Código de derecho canónico— y para su papa, Urbano II, no es homicidio matar al excomulgado si lo dicta un «celo por la Iglesia». Gregorio IX excomulgaba hasta la séptima generación; cf. Troeltsch 1992, vol. I, p. 391. <<
[9] Por san Pablo (Epístola a los gálatas 5:19-31), y por vasos hallados en las catacumbas de Roma con la inscripción bibe in pace («bebe tranquilamente»), sabemos que la ingesta de vino al comulgar inducía a veces reacciones afines al entusiasmo báquico cuando los fieles se habían preparado con ayunos severos, pues un vaso basta para embriagar a quien lleve días tomando sólo pan y agua. Tales accesos de cordialidad «carnal» escandalizaron tanto más cuanto que el vino estaba vedado en la civilización grecorromana a mujeres que no fuesen de vida alegre. Todavía a mediados del siglo III el obispo Novaciano distingue entre «presentar un sacrificio al Hacedor» y permitirse con ese pretexto «diversiones estrepitosas, afines al fornicio y la impureza». Sobre la evolución del rito eucarístico, y sus nexos con el culto dionisiaco, cf. Escohotado 1989, p. 230-233. <<
[10] Troeltsch ibíd., p. 224. <<
[11] Cf. Cohn 1970, p. 53-71. <<
[12] Fustel 1984, p. 332. <<
[13] La Canción de Antioquía, uno de los cronicones sobre la primera Cruzada, cuenta que los tafures eran para los musulmanes «no francos, sino diablos vivientes»; cf. Cohn 1970, p. 66. <<
[14] Ibíd, p. 44-48. <<
[15] Roman de la rose, v. 11540-49. <<
[16] Landulfo de San Paolo, en su Historia de Milán (MGH Script. vol. 20, 17-49). La versión online es cortesía de la Universidad de Stanford, con traducción inglesa de Ph. Buc. <<
[17] Ibíd., 8. <<
[18] Cf. Eliade 1983, vol. III/1, p. 191-194. Los bogomiles derivan de paulicianos armenios, herederos a su vez de los elcasaítas o ebionitas persas. Los paulicianos fueron ferozmente perseguidos por Bizancio, que empezó lapidando a su portavoz en 690 e hizo que la secta se desplazara a zonas controladas por gobernantes islámicos. Los bogomiles fueron deportados en masa a los Balcanes a mediados del siglo IX por nuevos emperadores bizantinos, bajo la acusación de sostener que el único sacramento verdadero es «escuchar la palabra de Jesús». En 1837 un obispo de la Iglesia ortodoxa definirá a los grupos supervivientes en Armenia como «preprotestantes»; cf. Catholic Encyclopaedia, voz «paulicians». Sigue habiendo paulicianos allí, y unos diez mil bogomiles declarados en la actual Serbia. <<
[19] El mal es un ángel traidor a Dios, no un igual a Dios. Tampoco falta una subsecta —los dragovitsianos— que siguiendo derroteros gnósticos identifica al Príncipe de las Tinieblas con YHWH, «el dios malvado del Antiguo Testamento». <<
[20] Eliade 1983, vol. II, p. 195. <<
[21] Cambrai, Goslar, Lieja, Gante y Colonia fundamentalmente. <<
[22] Landulfo de Saint Paul, sobrino de Litprando, cuenta que Gregorio VII le recibió diciendo: «Tu forma visible avergüenza más, pero la imagen de Dios es la de la justicia, y eres más hermoso» (Hist. Mediolanum, 9). Litprando «portaba una gran cruz, no para calmar la belicosidad, sino para llamar a la guerra» (Ibíd, 3). <<
[23] «Juró públicamente sobre los santos Evangelios que desde el día que salió del vientre materno no había cometido polución ni envilecido su carne con nadie» (Landulfo ibíd, 12). <<
[24] Del griego catharoi, como «catarsis». <<
[25] Con en el compromiso de no participar en sacrificio de animales, servicio de armas o en la ejecución de la pena capital. <<
[26] Cf. Catholic Encyclopaedia, voz «Saint Dominic». <<
[27] Cf. Bécarud y Lapouge 1972. <<
[28] Gui, en Robinson 1903, p. 381. <<
[29] Fundamentalmente Pedro el Venerable, abad de Cluny, en su Adversus petrobrusianus (c. 1130). <<
[30] Lo dice un discípulo como el obispo Otto de Freising, introductor de Aristóteles en Alemania, en su Gesta Friderici I imperatoris (1156). Los célebres amores del monje Abelardo y su pupila Eloísa desembocaron, como es sabido, en la castración del primero. <<
[31] Cf. Catholic Encyclopaedia, voz «Arnold of Brescia». <<
[32] De este pontífice —el menos belicoso del periodo— dijo Arnoldo que «le ocupa más llenarse el cuerpo y el bolsillo que imitar el celo de los apóstoles, y no vacila en defenderlo con homicidios». <<
[33] El cadáver es incinerado a continuación, esparciéndose las cenizas por el Tíber para evitar santuarios dedicados a sus restos. Que se le ahorrase morir abrasado, y que no fuera reo de herejía sino de rebelión, indica hasta qué punto evocó algo parecido a temor reverencial en su propio estamento, y admiración entre los laicos. <<
[34] Troeltsch vol. I, p. 358. <<
[35] Harnack 1959, p. 449. <<
[36] Devuelven a los fieles la ingesta de vino en la misa, tienen sus propios ministros, no bautizan antes de la mayoría de edad, y tampoco confiesan con clérigos oficiales. <<
[37] Lo alega Reinarius Saccho, en su crónica Sobre las sectas de los herejes modernos (1254). <<
[38] Cf. Fetscher 1977, p. 26. <<
[39] De día y de noche le ceñía un grueso cilicio, y ni siquiera agonizante aceptó la comodidad de una cama, prefiriendo tumbarse en el suelo sobre unas arpilleras. La Catholic Encyclopaedia le llama «atleta de Cristo» y enumera algunos de los muchos milagros que justificaron su rápida canonización. El primero es que un escrito suyo a los cátaros no ardió, aunque el pergamino fuese arrojado por dos veces al fuego. <<
[40] Mateo, 10:9. <<
[41] Harnack 1959, p. 434. <<
[42] Cf. Mises 1968, p. 417. <<
[43] Las Decretales Ad conditorem canonum (1322) y Cum inter nonnulos (1323). <<
[44] Tomás de Aquino, Summa Theologica, I, Q. 32, III, a. 8. <<
[45] Su concepto es un proceso emancipador del ser humano articulado sobre tres etapas. La primera, reino del Padre o de la ley, cristaliza en la figura de Abraham. La segunda, reino del Hijo o del amor, tiene como figura prototípica a María. La tercera es el reino democrático del Espíritu Santo, que Amalric considera iniciado en el siglo XII (con la «civilización») y que durará sempiternamente, pues lo divino está ya «en todo miembro de la especie humana»; cf. Catholic Encyclopaedia, voz «Amalricians». <<
[46] Cf. Cohn 1970, p. 108-109. Cohn añade que «el nuevo sistema iba a ser el más influyente en Europa hasta Marx […] con su dialéctica de comunismo primitivo, sociedad de clases y comunismo final», no menos que el soporte de las tres etapas propuestas por Comte (teología-metafísica-ciencia) y del propio Tercer Reich, llamado a durar —como propuso Joaquín de Fiore— un milenio justo. <<
[47] Un catálogo más amplio de expresiones ofrecen Wakefield y Austin 1991, y sobre todo Cohn 1970, que dedica los capítulos 8 y 9 de su gran obra a esta «elite de superhombres amorales». <<
[48] Teodoreto de Cirro (393-457) los menciona en su Haereticarum fabularum compendium (I, 6). <<
[49] Sólo algo más adelante aparece el extenso texto de la beguina Marguerite Porete, El espejo de las almas sencillas, destruido por la Inquisición aunque reescrito por ella poco antes de ser quemada viva en París (1310). <<
[50] Ruysbroeck, Sobre las doce beguinas (1340) en Cohn 1970, p. 174. <<
[51] Encycl. Cath., loc. cit. El artículo sobre los amalricianos concluye diciendo que «su completa extirpación no puede considerarse inoportuna o destemplada». Pero es de justicia reconocer que antes ha expuesto sus tesis con objetividad y precisión. <<
[52] Cf. Cohn ibíd, p. 169-170. <<
[1] Alfonso de Valdés, secretario de Carlos V, carta fechada en 1526. Cf. Deschner 2003, p. 66. <<
[2] En ese número reside la principal diferencia entre los relatos de Mateo (28,1-8), Marcos (16:1-8), Lucas (24: 1-8) y Juan (20: 1-2). <<
[3] Jesús, a quienes le buscan en el sepulcro; Lucas, 24: 5-6. <<
[4] Cf. Cohn 1970, p. 53-71. <<
[5] Hume en Smith 1982, p. 361. <<
[6] Las fuentes bizantinas hablan de unos quince mil caballeros y treinta y cinco mil infantes, un ejército formidable para la época. El emperador Alejo Comneno quedó «intimidado» al verlo, anticipando quizá futuros horrores. <<
[7] Los cruzados deciden quedarse con Bizancio para siempre —llamándolo Imperio Latino—, y hasta 1261 no hay forma de expulsarlos. <<
[8] Sin perjuicio de indignarse al conocer su combinación de atrocidades contra cristianos y nulidad militar ante los musulmanes. <<
[9] Algún historiador contemporáneo ha sugerido que los cruzados infantiles fueron bandas itinerantes de adultos «empobrecidos por la revolución comercial», llamados entonces genéricamente pueri («niños»). En la misma línea se ha mantenido —como algunas ediciones de la Biblia— que los hermanos de Jesús mencionados por el Nuevo Testamento quizá sean primos, pues el arameo no distinguiría bien esos parentescos. Las crónicas del periodo, que son unas cincuenta, empezando por la Chronica regiae Coloniensis (1213), se reseñan en Raedts 1977, de donde tomo los datos expuestos a continuación. <<
[10] Las fuentes hablan de «piñas como las abejas» donde se amontonaban para soportar los fríos nocturnos, aunque muchos amanecieran congelados total o parcialmente. <<
[11] Porcus («cerdo») y Ferreus («de hierro»). <<
[12] Su recuerdo hizo levantar allí una capilla llamada de los Nuevos Párvulos, cuyo vitral se conserva. <<
[13] La última victoria europea será tomar Damietta en 1217 —cinco años después de haber zarpado la cruzada infantil—, aunque ese ejército desiste al fracasar su conquista de El Cairo. <<
[14] Lo dice Jean de Meung, en el versículo 18 624 del Roman de la rose. <<
[15] Huxley 1972, p. 129. <<
[16] Historia, argumentos, procedimientos y sociología de la cruzada contra la hechicería se detallan en Escohotado 1998, p. 275-355. <<
[17] El algodón (del árabe al qutun, origen también del inglés cotton) demanda climas meridionales —en contraste con la lana— y Florencia lo obtiene entonces de España y el norte de África, merced a barcos de Pisa y Génova fundamentalmente. Los datos del cronista florentino Giovanni Villani —publicados hacia 1350— los tomo de Spufford 1995. <<
[18] A la primera —que aparece en Córdoba— siguen las de Toledo y Sicilia, fundadas por dos monarcas excepcionalmente cultos como Alfonso X y Federico Barbarroja. <<
[19] Cf. Crombie 1983, vol. I, p. 126-127. <<
[20] Florencia, que en 1338 tiene unos cien mil habitantes, se reduce a la mitad en 1351. Inglaterra, el país más castigado, pierde quizá el 70 por 100 de la población; cf. Wikipedia, voz «Black Death». <<
[21] Hume 1983, vol. II, p. 177. <<
[22] Francia, por ejemplo, pasa de veintiséis hambrunas en ese siglo a dos en el XII —cuando aparece la letra de cambio— y a 4 en el XIV, un siglo devastado por grandes rebeliones; cf. Braudel 1992, vol. I, p. 74. <<
[23] Hay diversas versiones online de la Cronaca sienese (c. 1351). <<
[24] La Chronica de Venette (c. 1350) se encuentra también en varias páginas de la misma fuente. <<
[25] En 1351, cuatro años después de declararse la epidemia, han sido exterminadas doscientas diez comunidades judías en Europa occidental y hay noticias de unas trescientas cincuenta masacres adicionales, que promueven el éxodo hacia el este de la rama ashkenazim (asentada hasta entonces en el valle del Rin y el norte de Francia). En Inglaterra la persecución alcanza su apogeo con Ricardo Corazón de León, y millares perecen a lo largo de todo el reino, especialmente en York; cf. Hume 1983, vol. I, p. 378-379. <<
[26] North y Thomas 1982, p. 88. <<
[27] La Chronica maiora de Mateo París (c. 1257) le identifica como uno de los líderes de la cruzada infantil. En todo caso parece haber pasado una etapa intermedia como monje, bajo el nombre de Jacobo, aunque dejase el convento para convertirse nuevamente en cruzado. El grueso de sus seguidores venía de Brabante, Flandes y Picardía. <<
[28] La reina madre, Blanca de Castilla, limita con tropas su movimiento por la ciudad y acaba expulsándolos. Divididos en grupos, algunos expulsan al arzobispo de Rouen y ahogan en el Sena a varios clérigos; otros atacan monasterios en Tours, persiguen judíos en Amiens o resisten en los alrededores de Bourges. El Maestro mata allí a un burguense que osa contradecirle y aunque sale huyendo es alcanzado por una partida de amigos suyos a caballo, que le dan muerte; cf. Cohn 1970, p. 97. <<
[29] Ya en París denunciaban el «contubernio» de la monarquía francesa con los judíos, un hecho reseñable cuando Felipe IV los había expulsado de Francia en 1306, confiscando todos sus negocios. La desastrosa administración de lo confiscado justificará readmitirlos diez años más tarde. <<
[30] En realidad ciento dieciséis años (1337-1453) a despecho de varias treguas, donde Inglaterra —un país siete veces menos poblado entonces que Francia— lucha por mantener sus posesiones allí, amparada en razones dinásticas ridículas. Entre otras cosas, la invasión demuestra que una tropa ante todo plebeya, peor armada y mucho más pequeña, desbarata el ímpetu supuestamente invencible de la caballería señorial. <<
[31] Representado en Francia por las bonnes villes o ciudades destacadas, aunque comprendiese teóricamente a «todos los demás súbditos»; cf. Tocqueville 1982, p. 69-77. <<
[32] Tocqueville 1982, p. 125-126. <<
[33] Ibíd, p. 126. <<
[1] William Langland, Piers Plowman (c. 1390), versión C, XXIII vv. 273-281. <<
[2] Cf. Hume 1983, vol. II, p. 201-202. <<
[3] En Crécy (1346), siendo tres veces más numerosos, los franceses pierden unos treinta mil hombres y entre ellos muchos de sus principales nobles, mientras los británicos no llegan al centenar de bajas. En Poitiers (1356) se repite la situación, y el propio rey Juan cae prisionero. En Azincourt (1415) morirán unos ocho mil nobles y muchos más soldados, otra vez por menos de un centenar de sus adversarios. «Las tres grandes batallas se parecen mucho, pues en todas ellas aparece la misma temeridad por parte de los príncipes ingleses, que sólo por saquear se internan demasiado en territorio enemigo para disponer de una retirada. Pero llegado el momento de combatir se observa por parte inglesa la misma presencia de ánimo, destreza, audacia, firmeza y precaución, y por parte francesa la misma precipitación, confusión y vana confianza» (Hume Ibíd., p. 366). <<
[4] Una institución hasta entonces sin funciones de gobierno, surgida en 1302 para aprobar impuestos extraordinarios. <<
[5] Imponer una moneda fija, por ejemplo, cuando el marco de plata francés había cambiado treinta y nueve veces de ley en los últimos siete años. <<
[6] Por jacques, otro nombre del labriego. <<
[7] Cf. Neveux 1973. Cale murió, desde luego, tras horrendas torturas. <<
[8] Estas acciones no son tan infrecuentes en el bajo medievo. En su Historia de Florencia cuenta Maquiavelo, por ejemplo, que en uno de los disturbios «tras trocear los cuerpos de dos ciudadanos con espadas desgarraron los trozos con las manos e incluso con los dientes» (II, 8, 20). La truculencia piadosa aparece de modo cotidiano, y «ante el temor de que pudiesen desaparecer las santas reliquias, los monjes de Fossanova —donde había muerto Tomás de Aquino en 1274— confitaron el cadáver del maestro, decapitándolo para cocerlo y prepararlo mejor […] Antes de enterrar el cadáver de Santa Isabel de Turingia un tropel de devotos cortaba o arrancaba no sólo trozos de los paños con que estaba envuelto su rostro, sino también los pelos y las uñas, e incluso trozos de las orejas y los pezones de los senos. Con ocasión de una fiesta solemne, Carlos IV de Francia distribuye costillas de su antepasado san Luis entre Pierre D’Ailly y sus primos Berry y Borgoña, y da una pierna a los prelados para que se la repartan, como en efecto hacen después de la comida». Cf. Huizinga 1962, p. 237. <<
[9] Froissart 1960, p. 152-153. <<
[10] Hume 1983, vol. II, p. 369. <<
[11] «Asesinatos y otras atrocidades se cometían a diario y quedaban impunes, bajo la protección de una parte u otra de la nobleza. Para detener esta insolencia los líderes del pueblo […] aprovecharon el gran influjo adquirido por las Compañías de las Artes, y crearon en 1280 el gobierno de la Signoria» (Maquiavelo 1525, II, 3, 1). <<
[12] En la práctica, estas luchas se libran en torno al número de signori correspondientes a cada grupo. Tras la derrota definitiva de los nobles la Signoria se distribuye en dos para la clase superior, tres para la media y tres para la baja, nombrándose también un Gonfaloniere o abanderado de Justicia, que habría de ser «un plebeyo con mil hombres armados a su disposición, divididos en veinte compañías de cincuenta» (Maquiavelo II, 3, 2). Pronto pasa a tener cuatro mil, que en muchas ocasiones seguirán siendo insuficientes para evitar disturbios. <<
[13] «Cada uno de estos estamentos trabajaba con ardor en elaborar reglamentos conducentes a mantener el mercado insuficientemente abastecido, y con tal de lograrlo no hallaban inconveniente en que los demás estamentos hiciesen lo mismo» (Smith 1982, p. 121). <<
[14] Maquiavelo ibíd., III, 4, 6. Añade luego que «en coraje, prudencia y generosidad sobrepasó a cualquier otro ciudadano de su tiempo […] Estas cualidades subyugaron a los plebeyos y abrieron los ojos de los patricios a la magnitud del desvarío de aquellos que tras vencer al orgullo de la nobleza acatan la regla nauseabunda de la escoria» (III, 4, 10). <<
[15] Smith 1982, p. 122. <<
[16] Froissart 1960, p. 50-51. <<
[17] Uso el texto online, que corresponde a las páginas 200-205 en la edición de Oman 1906. <<
[18] Media hectárea aproximadamente. <<
[19] Hume 1983, vol. II, p. 291. <<
[20] Chronicle, p. 201-202. <<
[21] Ibíd, p. 203. <<
[22] «Cuando Adán araba y Eva tejía, / ¿dónde estaba el señor?». <<
[23] Troeltsch 1992, vol. I, p. 359. <<
[24] El detalle de las Conclusiones merece recuerdo: 1) a los reyes corresponde nombrar prelados (en virtud de ius episcopale); 2) el voto de celibato desemboca en lujuria antinatura y no debe imponerse; 3) la transubstanciación es un falso milagro, llamado a promover la idolatría; 4) las oraciones acompañadas por vino, pan, agua, cera, incienso, altares de piedra, muros de iglesia, casullas, mitras y cruces son actos mágicos, y no deben permitirse; 5) de nada sirve rezar por los muertos; 6) el rito de confesión funda las indulgencias clericales y otros abusos en el perdón del pecado; 7) los votos de castidad de las monjas conducen a infanticidios; 8) ni la confirmación ni la extremaunción son sacramentos; 9) no hay un carácter indelibilis en la condición sacerdotal, pudiendo omitirse la ordenación; 10) la jerarquía sobra en una Iglesia donde sólo Cristo reina; 11) la pena de muerte y las guerras violan el Nuevo Testamento; l2) joyeros y armeros son oficios asociales, que conducen a despilfarros. Cf. Cath. Encylc., voz «lollard». <<
[25] Cf. Cath. Encycl. ibíd. <<
[26] Cohn 1970, p. 206. <<
[27] Ibíd, p. 207. <<
[28] El sacramento resulta utroque («para ambos lados, o sentidos»), una exigencia argumentada por Wyclif y Hus. <<
[29] Cohn remite la singularidad de su comunismo —unir Edad de Oro y Juicio Final— al lolardo John Ball, citando al efecto un texto que él mismo considera «algo críptico». Pero al hacer la genealogía del ideal comunista —tan bien documentada y argumentada para la Baja Edad Media— ignora el ebionismo judeocristiano como precedente significativo, y omitir dicho elemento simplifica quizá su diagnóstico, llevándole a suponer algo semejante a un salto brusco en la evolución de ese espíritu. <<
[30] Zizka pidió al morir que su piel fuese usada para hacer tambores, como modo de seguir unido a sus tropas. Antes había transformado implementos agrícolas en precursores de los blindados, convirtiéndose en el más grande ingeniero militar de la historia y uno de los mayores tácticos. Ganó todas las batallas donde intervino como general, y aunque era tuerto y perdió el otro ojo luchando —en 1421— consiguió sus más brillantes victorias durante los tres años siguientes. Sólo la peste pudo con él. <<
[31] Chronica I, 3, 8-9. Como tantos otros clérigos de su tiempo, Cosme estaba casado y tenía al menos un hijo; cf. Cath. Encycl., voz «Cosmas of Prague». <<
[32] Decretales 32:34. Este cronista es otro fabulador de la sociedad heráldica, que pretende ser Isidoro de Sevilla con trescientos años de retraso y se atribuye gracias a ello grandes dones proféticos. <<
[33] Epístola 90. Cf. Cohn 1970, p. 191. <<
[34] Jan de Meung, Roman vv. 9561-9598. <<
[35] Cohn Ibíd., p. 215. <<
[36] Müller en Troeltsch ibíd, p. 364. <<
[37] Cf. Fetscher 1977, p. 35-36. <<
[38] Cf. Cohn 1970, p. 213. <<
[39] Ibíd, p. 217-218. <<
[40] Cf. Calvert Bayley 1983, p. 86. <<
[41] Ibíd, p. 87. <<
[42] Braudel 1992, vol. I, p. 419. <<
[43] Cohn, 1970, p. 245. <<
[44] Cf. Cohn 1970, p. 226-232. <<
[45] Engels, en Bloch 2002, p. 6. <<
[46] Müntzer, en Cohn 1970, p. 237. <<
[47] Bloch 2002, p. 39. <<
[48] Apocalipsis, 6. <<
[49] Los de Sajonia, Hesse y Brunswick (Prusia). <<
[50] Cf. Cohn 1970, p. 250. <<
[51] Es el caso de su director de tesis —el teólogo y canonista Andreas Karlstadt—, por ejemplo, que tras celebrar en 1521 la primera misa reformada (donde los fieles se sirven ellos mismos el pan y el vino) pasa en 1524 a vestirse de campesino indigente y a practicar la iconoclastia, destruyendo los ornamentos de su parroquia. <<
[52] La caza del anabaptista empieza dentro de la Iglesia reformada, cuando en 1527 arde el primero por orden de Zwinglio, el Lutero suizo. Los católicos continentales no se quedan atrás, si bien creen que el «antídoto óptimo» es ahogar a esos herejes. Sólo Inglaterra prefiere seguir purificándolos con fuego. <<
[53] Cf. Cohn 1970, p. 260. <<
[54] Véase antes, p. 111. <<
[55] Rothmann, en Troeltsch 1992, vol. II, p. 694. <<
[56] Véase Kropotkin en Encyclopaedia Britannica (ed. 1910), voz «Anarchism». <<
[57] Cf. Gómez Casas 1988, p. 45. <<
[58] Leyden, en Cohn 1970, p. 272. <<
[59] Cath. Encycl, voz «Anabaptists», c). <<
[60] Cf. Cohn 1970, p. 269. <<
[61] Ibíd., p. 270. <<
[62] Cuando Appelman perezca sus sucesores se fragmentan en pequeños grupos, cuyo último acto registrado será degollar a 126 vacas de cierto monasterio, en 1580. Cf. Wikipedia, voz «Jan van Batenburg». <<