Gracias, gracias, gracias a:
Mi marido, mi familia (Roth-Rydz-Ross, Fitch, Kraus, Paquette, Johnson y todos los que hay en medio) y amigos (escritores y no escritores, del primero al último) por no cejar en su apoyo, generosidad y perdón, sin los cuales seguro que habría perecido. No, en serio.
Joanna Volpe, amiga agente, por ser siempre amable y sabia y Todas Esas Cosas (Buenas). Katherine Tegen, amiga editora, por toda su sabiduría editorial y su incesante trabajo. Todo el equipo de HarperCollins por su genialidad en todas las áreas: Joel Tippie, Amy Ryan, Barb Fitzsimmons, Brenna Franzitta, Josh Weiss, Mark Rifkin, Valerie Shea, Christine Cox, Joan Giurdanella, Lauren Flower, Alison Lisnow, Sandee Roston, Diane Naughton, Colleen O’Connell, Aubry Parks-Fried, Margot Wood, Patty Rosati, Molly Thomas, Onalee Smith, Andrea Pappenheimer, Kerry Moynagh, Kathy Faber, Liz Frew, Heather Doss, Jenny Sheridan, Fran Olson, Deb Murphy, Jessica Abel, Samantha Hagerbaumer, Andrea Rosen, David Wolfson, Jean McGinley, Alpha Wong, Sheala Howley, Ruiko Tokunaga, Caitlin Garing, Beth Ives, Katie Bignell, Karen Dziekonski, Sean McManus, Randy Rosema, Pam Moore, Rosanne Romanello, Melinda Weigel, Gwen Morton, Lillian Sun, Rosanne Lauer, Erica Ferguson y, por supuesto, Kate Jackson, Susan Katz y Brian Murray. No hay ninguna editorial mejor.
Danielle Barthel, por su paciencia y sus ánimos con respecto a estas historias en concreto. Pouya Shahbazian, por demostrarme cómo mantener la calma en la tormenta (estoy trabajando en ello). Todo el personal de New Leaf Literary, por trabajar tantísimo y hacerlo tan bien. Steve Younger, por su humor y sus proezas legales, a partes iguales.
Y por último, pero no por ello menos importante, ni de lejos: todos los lectores de Divergente del planeta (¡iniciados!). El entusiasmo que demostráis por estos personajes hizo que sentarme a escribir estas historias resultara emocionante y me dio fuerzas en las partes más difíciles.
Me parece que lo más apropiado es terminar con un
<4