A Prim lo remataron

FEDERICO JIMÉNEZ LOSANTOS

Una popularísima copla anónima describía así el magnicidio acaso más importante de la moderna historia de España:

En la calle del Turco

lo mataron a Prim,

sentadito en su coche

con la Guardia Civil.

La copla era y es encantadora, pero falsa. Prim no murió en la calle del Turco sino en su propia casa, pero no como consecuencia de las heridas en el atentado, como siempre se ha dicho (incluso en el episodio nacional Prim, de Galdós), sino estrangulado con un cinturón de cuero por un sicario, acaso en presencia y sin duda por orden del jefe del Estado, general Serrano, regente hasta la entronización de Amadeo de Saboya.

Ayer tuve que leer en Libertad Digital diez o doce veces el artículo de Francisco Pérez Abellán, legendario periodista de sucesos, director del Departamento de Criminología de la Universidad Camilo José Cela y cabeza del equipo de investigación forense y multidisciplinar que ha estado meses trabajando con la momia de Prim. No sólo contaba en detalle cómo han esclarecido uno de los grandes misterios de la historia de España, sino que añadía las impresionantes fotos de la momia, con unos ojos de cristal que parecen estar mirándonos ahora mismo con la perpleja serenidad de los muertos. Nunca se había hecho en España un trabajo así, y menos con un resultado tan sorprendente. Creo que es la única vez en la historia de España en la que el jefe del Estado asesina al presidente del Gobierno… y algo más. Prim, también ministro de la Guerra y jefe del Partido Progresista, hegemónico en el Parlamento, había dicho en las Cortes: «¿Los Borbones? ¡Jamás, jamás, jamás!» Frase que parece absurda, tras destronar a Isabel II precisamente Prim, Serrano y Topete (anfitrión de Amadeo cuando el crimen), pero no lo es. La hermana de la reina estaba casada con el duque de Montpensier, que empleó su inmensa fortuna en tratar de llegar al trono mediante conspiraciones y atentados, entre ellos el de Prim. Y justo ahora, cuando España agoniza, se hace la luz sobre el crimen y, si puede decirse así, justicia. Por tardía y española, sí, se puede.

19/11/12