Te amo, pero no estoy enamorado de ti.
Ésta es una falsa distinción. Una falacia pura y dura, si se para uno a pensarlo detenidamente. Amar es amar. Lo que en realidad conlleva «estar enamorado» es obsesión, adicción, encaprichamiento, no amor en sí. «Estar enamorado» es una declaración de las necesidades y deseos propios que no un intento de satisfacer los del otro. El amor verdadero, sin embargo, es un puente entre dos personas. A Charlotte le había costado descubrirlo buena parte de su vida, y la totalidad de la otra.