Ser quien no eres es agotador.

Pero mejor ser farol que farola solitaria. Así lo veía Charlotte. Se convenció a sí misma de que no era distinto de lo que hacían aquellas chicas en el campo de fútbol. Llegó incluso a razonar que le hacía un favor a Scarlet – un servicio – al incluirla en el círculo interno de Hawthorne, porque quedarse fuera le convertía en un pato de feria. Y sabía por experiencia que un pato de feria es pato muerto. Pero la cuestión, una vez establecido el panorama patil, era la siguiente: ¿qué era mejor, ir por ahí nadando solo y aterrado para que te cazaran en el momento menos pensado, o saberte rodeado de otros «patos» de aspecto y proceder idénticos a los tuyos, para posiblemente salvar la vida sacrificando la de ellos? «El afán de supervivencia es innato», pensó Charlotte, y el afán de ser popular es supervivencia.