Empieza sumergiendo tu pincel en la luz clara.
Luego acompasa un cielo azul Dufy con varios mástiles
De balandros alabeados, sobre los que gira una bandada
De gaviotas blancas en una emplumada fuga de alas. Supera
A Seurat: puntea[855] unos costados de goleta bañados por el sol
Y modula un trémolo turquesa titilando sobre los mosaicos
Del mar. Ahora, con suma destreza, improvisa
Un pizzicato de fantasía sobre la aleta de un pez
Arrancado de las grutas de moteado ámbar donde
Una sirena odalisca, con vieiras anaranjadas
Enredadas en su cabello húmedo, yace a sus anchas,
Recién salida de la suave paleta de Matisse,
Y, por fin, cuelga este día, tan singularmente pintado,
Como un extraño móvil de Calder en tu mente.