ENDECHA

(Una villanesca[822])

La picadura de las abejas nos arrebató a mi padre

que se fue amortajado[823] en un enjambre de alas,

y desdeñó el tic-tac alarmante[824] del otoño.

El rayo golpeó como una convulsión[825] amarilla

pero erró el blanco[826] con sus colmillos de serpiente:

la picadura de las abejas nos arrebató a mi padre.

Golpeando el mar como un nadador enfurecido,

cabalgó la marea con la altivez del aguijón

y desdeñó el tic-tac alarmante del otoño.

Un ceño del sol abatió a mi madre,

anunciándole la tumba con tañidos dorados,

pero la picadura de las abejas nos arrebató a mi padre.

Él contó las armas de un dios airado,

se rió de la emboscada de las lenguas de los ángeles,

y desdeñó el tic-tac alarmante del otoño.

Oh, rebuscad por los cuatro vientos hasta encontrar a otro

hombre que pueda derrocar la sonrisa burlona de los reyes:

la picadura de las abejas nos arrebató a mi padre

que desdeñó el tic-tac alarmante del otoño.