197. PURDAH[680]

Jade:

Piedra del costado[681],

Del doliente

Costado del verde[682] Adán, yo

Sonrío, con las piernas cruzadas,

Enigmática,

Repartiendo mis claridades,

Tan valiosas.

¡Cómo pule el sol este hombro!

La luna, mi

Infatigable prima,

Debería

Salir, con sus cancerosas palideces,

Arrastrando árboles,

Pequeños pólipos frondosos,

Pequeñas redes

Para ocultar mis visibilidades[683].

Pues yo relumbro como un espejo.

A esta faceta[684] llega el novio,

Señor de los espejos,

Guiándose a sí mismo

Por entre estas mamparas

De seda, estas dependencias susurrantes.

Respiro, y el velo[685]

De la boca agita su cortina.

El velo de

Mi ojo es

Una concatenación de arcos iris.

Soy suya.

Incluso en ausencia

Suya, yo

Giro en mi

Vaina de imposibles[686],

Inestimable y callada

Entre estos periquitos, guacamayos.

¡Oh, parlanchines!

¡Criados[687] de la pestaña!

Pero me liberaré

Soltando una pluma, como el pavo real.

¡Criados del labio!

Me liberaré[688]

Soltando una nota

Que destroce

El candelabro

Del aire que a lo largo del día elabora

Sus cristales,

Un millón de ignorantes.

¡Siervos!

¡Siervos!

Y, al próximo paso que él dé,

Me liberaré,

Desataré

A la enjoyada muñequita

Que él guarda como un tesoro,

Y soltaré a la leona,

El grito en el baño,

El manto de agujeros[689].

29 de octubre de 1962