165. ALTERCADO[508]

¡Cómo se solidifican los elementos!

La luz de la luna, este risco de creta

En cuya cornisa yacemos

Espalda contra espalda. Oigo ulular un búho

Desde su frío añil[509].

Vocales intolerables me atraviesan el corazón.

El niño se revuelve y suspira en su cuna blanca,

Abre la boca, pidiendo.

Su carita está tallada en madera roja y sufrida.

Y además las estrellas: irradicables, duras.

Un roce: repulsivo y quemante.

No puedo ver tus ojos.

Allí donde la flor del manzano hiela la noche,

Camino trazando un círculo,

Un surco de viejas culpas, profundo y amargo.

El amor no puede llegar hasta aquí.

Se ha abierto una brecha negra.

En el lado de allá, una pequeña alma blanca,

Una pequeña larva blanca dice adiós con la mano.

También mis piernas me han abandonado.

¿Quién nos ha desmembrado así?

La oscuridad se funde. Igual que dos lisiados nos tocamos.

21 de mayo de 1962