La sonrisa de las neveras me aniquila.
¡Igual que las corrientes azules en las venas de mi queridísima amiga[489]!
Escucho el ronroneo de su enorme corazón.
De sus labios salen los signos & y %
Multiplicados, como besos.
Hoy es lunes en su mente[490]: la moral y la costumbre
Se saludan, lavan y planchan la ropa.
¿Qué voy a hacer con estas contradicciones?
Con mis esposas[491] blancas, hago una reverencia.
¿Es esto, pues, el amor, esta materia roja
Fluyendo de la aguja de acero que vuela tan ciegamente?
Mi amiga hará con ella pequeños vestidos y abrigos
Para toda una dinastía.
¡Cómo se abre y grita su cuerpo,
Ese reloj suizo con junturas adornadas de rubíes!
¡Ah, corazón, menudo desorden!
Las estrellas centellean como terribles guarismos[492].
ABC, replica ella con sus párpados.
4 de abril de 1962