En este bosque arde un oscuro
Incienso. El pálido musgo gotea
Sobre las mantillas, aristas[282]
De los huesos
Arcaicos de los grandes árboles.
Las nieblas azules surcan
Un lago plagado de peces.
Los caracoles decoran el margen
Del agua vidriada
Con espirales de cuerno de carnero[283].
Fuera, en lo abierto[284],
Allá abajo, el año tardío
Martillea sus raros y
Variados metales.
Las viejas raíces de estaño se retuercen
Hacia arriba desde el espejo
Del agua con fondo de azabache.
Y, mientras el claro reloj
De arena del aire tamiza
Una pila de monedas de oro,
Los cegadores reflejos del agua
han insertando sus aros[285],
Uno tras otro,
En las ramas del abeto.