Allí, donde el mar gris
Embiste y absorbe
Los tres espigones magentas,
A la izquierda, y allí, donde el oleaje
Se despliega sobre el pardo
Promontorio de la prisión de
Deer Island, cercada de alambres
De púas, con sus cuidadas pocilgas,
Sus gallineros y sus pastos para el ganado,
A la derecha, donde el hielo de marzo
Vidria aún los charcos de las rocas,
Se alzan los acantilados de arena color chamusquina
Sobre una gran lengua pétrea
Que la marea baja deja al descubierto.
Y tú, cruzando esas blancas
Piedras, paseabas con tu abrigo
Negro difunto, tus zapatos negros, y tu
Pelo negro, hasta que te paraste
Un momento, un vórtice fijo
En aquella punta lejana, aglutinando
Piedras, aire, todo a la vez.