59. PALABRAS PARA EL CUARTO DE LOS NIÑOS[122]

Botón de rosa, nudo de gusanos,

Yo, la heredera de los cinco primeros

Artífices, despliego mis pétalos:

Cinco lunas crecientes

Para que los ojos me iluminen

Rumbo a lo que puedo asir:

Un chorro de leche, un dedo grande,

Tantas y tantas escaleras

Que prestan ayuda a estos

Ágil es y flexibles ganchos.

Como el buen perro amaestrado

Que soy, aprendo a

Mover, servir, proporcionar comida,

Señalar la flecha,

La punta del pulgar, el ayudante

Incondicional, siervo de mi amo,

Azotador de los anhelos,

No un dormilón de bolsillo,

Me cierro sobre la llave

De este juguete verdiazul.

Antena sensible, de cinco

Astas que se ramifican,

Descubro la relación[123] entre

El cardo y la seda,

El frío polo y el plato[124] caliente.

Viejo historiador,

Mi página es este desierto

Cruzado por tres calzadas

De piel, sin árboles, con cinco

Lenguas de tierra en espiral.

De espalda morena, vientre blanco

Como un pez plano[125], yo

Nado en el Mar del Hacer[126];

La izquierda es mi lacaya,

Mi imagen atrasada. Yo, el escritor

Que ase la pluma, la auxiliar del cirujano,

El oficial del capitán,

Sé de memoria agarrar

Una moneda, un botón, un gatillo

Y el cuerpo de aquélla a quien él ama.

Mal atendido se sentirá cuando

La edad me maltrate a mí

(Un cangrejo dormitando en las mesas

Y en los brazos de las sillas,

Cinco velas sin mecha

Temblequeando en la oscuridad),

Y peor aún cuando la muerte

Huya llevándose esta rosa,

Cinco gusanos en una caja

Para alimentar a los cuervos.