48. EL LUNES INTERMINABLE[105]

Tendrás un lunes interminable

y te erguirás en la luna.

El hombre de la luna, de pie sobre su concha,

Esculca encorvado bajo un haz

De leña. La luz de tiza, fría se proyecta

Directamente sobre nuestra colcha.

Los dientes del hombrecillo castañetean entre los leprosos

Cráteres y picos de esos volcanes extintos.

Si pudiese, también él recogería

Más leña contra la negra escarcha, no descansaría

Hasta que la luz de su cuarto eclipsase

El espectro del sol dominical.

Pero ahora sufre su infierno de un lunes tras otro en la bola lunar,

Sin un mísero fuego, con siete gélidos mares encadenados a su tobillo.