40. TERRATENIENTES[83]

Desde mi ático alquilado, sin tierra

De mi propiedad salvo las motas del aire,

Maldigo la plomiza perspectiva

De idénticas casas grises con idénticos ladrillos grises,

Tejas anaranjadas, chimeneas anaranjadas,

Y veo la casa de enfrente, como entre varios

Espejos, engendrando un pasillo

Espectral de réplicas inanes,

Escasamente habitadas.

Los terratenientes, en cambio,

Poseen sus propias raíces de col, su espacio estelar,

Su paz inherente. Esta verdad esencial convierte

Mi mirada llena de reflejos, de consideraciones,

En la mirada de un espectro envidioso que definiese

La muerte como una raíz imponente en una extensión de tierra,

La vida como su propio vagar vaporoso.