24. LA SEÑORITA DRAKE SE DISPONE A CENAR[52]

Como ya es ducha

En esos elaborados rituales

Que atenúan la malicia

De la mesa nudosa y la silla curva,

La recién llegada[53]

Viste de púrpura, anda con cuidado

Entre sus secretas combinaciones de cáscaras de huevo

Y frágiles colibríes,

Camina de puntillas, pálida como un ratón,

Entre las rosas damascenas

Que, poco a poco, van abriendo sus cien pétalos velludos

Para devorarla y arrastrarla al interior

Del diseño de la alfombra.

Con su vivaz mirada de pájaro alzada de reojo

Puede ver en la mella del tiempo

Las peligrosas espinas que brotan en las tablillas del parqué

Y desbaratar su zarzaleño plan;

Cruzando el aire lleno de emboscadas,

Cegador a causa de los deslumbrantes pedazos

De cristales rotos,

La mujer avanza despacio, con aliento cauto,

Sorteando puntas y colmillos,

Hasta que, poniéndose de costado,

Levanta un pie palmeado tras otro

En el ambiente calmoso, sofocante,

Del comedor de los pacientes.