Agradecimiento del Autor
Natasha Graf, editora de adquisiciones, merece mi más sincero agradecimiento por su aporte a esta segunda edición. He tenido el placer de trabajar con ella desde hace varios años. También tengo la fortuna de contar con otra extraordinaria editora, Joan Friedman, quien no sólo se encargó de que todo el contenido fuera fácil de leer y de entender, sino que, además, ofreció excelentes sugerencias para enriquecer la información. Mi agradecimiento va también para la Dra. Dawn Ayers, por revisar el libro.
Por la primera edición, la magnífica editora de adquisiciones y «partera», Tami Booth. Ella merece mi enorme agradecimiento por ayudarme a dar a luz a este bebé. Su optimismo y sus ideas permitieron que este libro se hiciera realidad. Mi editora de proyecto, Kelly Ewing, se aseguró de que el libro siguiera las reglas de la gramática y fuera fiel a la gran tradición de los libros Para Dummies, en cuanto a la facilidad de comprensión. Mil gracias al Dr. Seymour Levin por la edición técnica de la primera edición.
La dietista Nancy Bennett evaluó todas las recetas, las preparó, las probó y las escribió de forma que los lectores pudieran seguirlas. Y también nos hizo pensar en el papel del dietista en el cuidado de la diabetes.
Quiero agradecer al oftalmólogo Dr. John Norris, de Pacific Eye Associates, en San Francisco, por ayudarme a ver la importancia de los oftalmólogos en el tratamiento de la diabetes. Además, quiero expresarle mi agradecimiento al podiatra Dr. Mark Pinter quien me apoyó a la hora de escribir sobre ese tema.
Las bibliotecarias Mary Ann Zaremska y Nancy Phelps, del Francis Memorial Hospital, ofrecieron una enorme ayuda al proporcionarme los artículos y los libros en los que se basa la información que publicamos en este libro.
Mi agradecimiento va también para el Dr. Richard Bernstein del Condado de Marin, California, por los incontables años de común aprendizaje, colaboración y amistad.
Definitivamente, Ronnie y Michael Goldfield deben ser considerados como los padrinos de este libro.
Mis amigos me hicieron reír durante toda la producción de este libro. Su voluntad de seguirme me convenció de que otros estarían interesados en leer lo que escribí.
Mis profesores son tantos que sería imposible mencionarlos a todos, pero un grupo de ellos merece especial atención. Ese grupo está integrado por los pacientes que he tenido durante estos 30 años, las personas cuyas contrariedades y tribulaciones me impulsaron a aprender todo lo que usted encontrará aquí.
Este libro ha sido escrito a partir del legado de miles de hombres y mujeres que realizaron los descubrimientos y se reunieron para discutirlos. Es imposible ofrecerles todo el reconocimiento que se merecen por sus logros. A ellos les debemos mucho.