Su podiatra es su primera línea de defensa contra las lesiones de los pies. El podiatra sabe exactamente cómo luce un pie sano y, por lo tanto, puede detectar los problemas con mucha antelación, cuando aún son reversibles.
Es muy fácil lastimarse la piel accidentalmente cuando uno mismo se corta las uñas. Y si usted padece de diabetes, las consecuencias pueden ser graves. Por lo tanto, asígnele esa tarea a su podiatra.
Si advierte una anormalidad, debe ir inmediatamente a la consulta del podiatra. En esta situación es preferible equivocarse por exceso que por carencia de atención médica. Cada vez que un paciente llega a mi consulta le pregunto por sus pies y, si ya se le detectó neuropatía (vea el Capítulo 5) procedo a revisárselos. Cuando descubro algún problema, el podiatra lo atiende ese mismo día.
Recientemente se realizó el primer trasplante de mano, que parece haber sido todo un éxito, pero que yo sepa aún no hay planes para hacer un trasplante de pie. Cuide bien sus pies, porque deben durarle toda la vida. Su podiatra puede ser su mejor aliado en esa tarea.