Si hay un mito realmente nocivo para las personas con diabetes, ese mito es este: los diabéticos no deben hacer ejercicios. La verdad es justamente lo contrario. El ejercicio es un componente clave del buen cuidado de la diabetes, aunque desafortunadamente a menudo se le dedica muy poco tiempo y esfuerzo.
Por supuesto, si usted tiene determinadas complicaciones, como una hemorragia en un ojo o una neuropatía aguda, debe tomar precauciones o no hacer ejercicios de ningún tipo durante cierto tiempo. Pero con excepción de esas y algunas razones más (vea el Capítulo 9), todas las personas diabéticas deben hacer ejercicios regularmente.
Y no me refiero solamente al ejercicio aeróbico en el que su corazón late aceleradamente. Es preciso que usted incorpore a su rutina cotidiana algún ejercicio para fortalecer los músculos. (En el Capítulo 9 explico la importancia de fortalecer los músculos). Si puede mover un solo músculo, ¡muévalo!