Si necesita insulina tiene los días contados

Muchas personas que padecen de diabetes tipo 2 creen que a partir del momento en que necesitan insulina, su salud va cuesta abajo, rumbo a la muerte. Pero no es así. Si usted está usando insulina se debe probablemente a que su páncreas ya no produce la cantidad de insulina necesaria para controlar la glucosa en la sangre, aunque se le estimule con medicamentos orales. Pero inyectarse insulina no constituye una sentencia de muerte ni para usted ni tampoco para las personas que padecen de diabetes tipo 1.

En primer lugar, la insulina sirve muchas veces como una medida temporal cuando el paciente está pasando por una crisis de salud relacionada con otra enfermedad y los medicamentos orales no responden. En el momento en que la enfermedad cede, ya no se necesita la insulina.

En segundo lugar, probablemente usted se inyecta insulina porque los medicamentos orales no le dieron resultado. Conozco a muchas personas que estaban en esa misma situación y que con los medicamentos orales más modernos logran un mejor control de la glucosa sin necesidad de insulina. Recuerdo el caso de un paciente que cuando llegó a mi consulta pesaba 180 libras, se inyectaba 60 unidades de insulina y su hemoglobina A1c era de 7,4. Gradualmente fui reduciéndole la dosis de insulina e incorporando rosiglitazona (vea el Capítulo 10) a su tratamiento. El paciente adelgazó 22 libras, ya no necesita insulina y su hemoglobina A1c bajó a 6.

En tercer lugar, los adultos mayores que padecen de diabetes a veces necesitan la insulina para mantener la glucosa en la sangre a un nivel razonable, pero no requieren un control muy estricto porque su expectativa de vida es más corta que el tiempo que toman las complicaciones para desarrollarse. El tratamiento de estos pacientes debe ser muy simple. La insulina se utiliza en este caso para que no presenten problemas inmediatos, pero no para prevenir complicaciones.

Finalmente, las personas que padecen de diabetes tipo 2 y que necesitan tratamiento intensivo con insulina, deben medirse la glucosa en la sangre más a menudo, y llevar un régimen similar al de una persona con diabetes tipo 1. Aún así, es indiscutible que hoy en día la calidad de vida de los pacientes diabéticos es muy superior a la de antes.