Planificación preventiva

La vida está llena de sorpresas. Uno nunca sabe cuándo va a recibir más de lo que esperaba. Por eso es tan importante contar con un plan para lidiar con lo inesperado. Digamos que lo invitan a comer y le sirven algo que usted ya sabe que le subirá demasiado su nivel de glucosa en la sangre. O va a un restaurante y el menú está lleno de platos suculentos, muchos de los cuales no son apropiados para usted. ¿Qué hacer en estos casos? Tiene mucho estrés en el trabajo o en la casa. ¿Permitirá que el estrés le altere la dieta, los ejercicios y su régimen de medicamentos?

La clave en estas situaciones es comprender que las cosas no siempre salen bien. Si sus amigos le sirvieron una comida que no es la más adecuada para usted, coma solamente una pequeña porción y así limitará el daño. Si va a un restaurante, piense de antemano qué puede pedir sin salirse de su dieta. Tal vez sea mejor que no vea el menú; simplemente pregúntele al camarero si tienen los platos que usted puede comer (a menos, por supuesto, que vaya a un restaurante donde sirvan deliciosos platos para diabéticos). Si permite que los problemas lo saquen de paso, las consecuencias de un mal control de la diabetes empeorarán su estrés.

Puede practicar situaciones hipotéticas con el fin de prepararse para circunstancias difíciles. Por ejemplo, si lo invitan a un restaurante al que nunca ha ido, visítelo antes y revise el menú. Seleccione cuidadosamente las comidas que podrá pedir sin salirse de su plan. Ensayar estas situaciones antes de que se produzcan le permitirá afrontarlas mejor.