Usted está leyendo este libro, lo que significa que puede verlo. Y como por el momento no hay planes de sacar una edición en Braille, será mejor que se cuide la vista para que no se pierda las maravillosas joyas de información que iluminan cada página.
El cuidado de la vista empieza con un examen minucioso a cargo de un oftalmólogo o de un optometrista. El examen debe hacerse por lo menos una vez al año (o con más frecuencia si fuese necesario). Si ha sido meticuloso en el cuidado de la diabetes, el médico encontrará dos ojos normales. De lo contrario, tal vez detecte señales de la enfermedad diabética de la vista (vea el Capítulo 5). En ese momento, tiene que poner su diabetes bajo control, lo que significa controlar su nivel de glucosa en la sangre. También recuerde que la presión arterial alta y los niveles elevados de colesterol empeoran la enfermedad de la vista.
Aunque aún no se ha dicho la última palabra sobre el efecto del hábito de fumar y del consumo excesivo de alcohol en la enfermedad diabética de la vista, le pregunto: ¿vale la pena arriesgar la visión por otro cigarrillo? Aun en una etapa avanzada, si usted deja de fumar ahora puede detener el avance de la enfermedad de la vista o revertir algunos daños.