Monitoreo constante

Ya tiene su medidor de glucosa. ¿Y ahora qué hace con él? A la mayoría de las personas no les gusta pincharse y al principio se muestran renuentes a hacerlo. Sin embargo, usted puede medirse la glucosa de tantas maneras, casi sin dolor, que no tiene excusa para huir de las pruebas. Usted y su médico acordarán la frecuencia con la que debe medirse la glucosa, pero cuanto más frecuentemente lo haga, más fácil será controlar su diabetes. Las mediciones le indican cuál es la respuesta de su cuerpo a los alimentos, los ejercicios y los medicamentos. (Para más detalles sobre el monitoreo, vea el Capítulo 7).

Las personas con diabetes tipo 1 deben hacerse la prueba por lo menos antes de cada comida y al acostarse, porque su nivel de glucosa en la sangre determina la dosis de insulina. Las personas que tienen diabetes tipo 2 estable pueden hacerse la prueba una vez al día a diferentes horas o dos veces al día. Si está enfermo o a punto de iniciar un largo viaje en automóvil, debe hacerse la prueba con más frecuencia para evitar la hipoglucemia, o quizá la hiperglucemia. La belleza del medidor radica en que usted puede determinar cuál es su nivel de glucosa en la sangre en menos de 30 segundos, cada vez que lo considere necesario.