Para la persona con sobrepeso y diabetes tipo 2, cualquier dieta que cause cierta pérdida de peso ayuda por un tiempo. Pero siempre debe hacerse estas preguntas:
✔ ¿Estoy preparado para hacer esta dieta por tiempo indefinido?
✔ ¿Esta dieta es saludable a largo plazo?
✔ ¿Combina todos los elementos que necesito —pérdida de peso, reducción del nivel de glucosa y de grasas en la sangre— con un buen sabor y un costo razonable?
Si puede responder afirmativamente todas estas preguntas, es muy probable que la dieta le funcione.
¿Y qué hay con la hipnosis?
Una fuente tan respetada como el National Institutes of Health (NIH) ha mencionado a la hipnosis como un tratamiento para «la estabilización del azúcar en la sangre en la diabetes». Aunque aclara que esa declaración no significa que respalda dicho tratamiento, el hecho de que la afirmación venga del NIH le da credibilidad a la hipnosis. El único problema es que no existe ninguna prueba experimental que confirme la utilidad de la hipnosis. De manera que debe ser cauteloso aun cuando el consejo provenga de las fuentes más respetadas.
Entonces, ¿cómo sabe cuáles dietas son saludables y eficaces, y cuáles no? Primero, lea atentamente el Capítulo 8, donde profundizo en el tema de las dietas. Después, aprenda a descubrir los defectos en las dietas de moda.
Cuando entre en una librería grande quizás lo abrumen tantos libros sobre dietas. Pero al parecer, cuantos más libros se escriben sobre ese tema, menos cosas sabemos con certeza. ¿Por qué los autores se molestarían en escribir decenas de libros sobre dietas cada año si la solución estuviera en algún libro ya publicado? Si fuese así, los comentarios de los lectores ya habrían convertido ese libro en el más vendido de todos.
En estos días hay demasiados libros sobre dietas para mencionarlos todos aquí, pero se pueden agrupar en varias categorías:
✔ Dietas que consisten en ingerir gran cantidad de proteínas y pocos carbohidratos: Estas dietas no son saludables ni balanceadas. A menos que use el tofu como fuente de proteínas, estará ingiriendo gran cantidad de grasas, fundamentalmente saturadas. Y eso no es bueno para la salud. Estas dietas carecen de las vitaminas que un suplemento vitamínico tal vez suministre o tal vez no. Son pocas las personas que pueden seguir estas dietas por mucho tiempo. ¿Cuántas personas se acostumbran a comer pollo en el desayuno, el almuerzo y la cena? Este tipo de dieta también es pobre en potasio, un mineral esencial.
Quienes siguen estas dietas por mucho tiempo presentan pérdida del cabello, uñas quebradizas y piel seca. Su aliento y su orina huelen a acetona, debido a la descomposición de las grasas. Se deshidratan y necesitan tomar gran cantidad de líquidos.
Esta dieta me parece adecuada como dieta inicial. Algunas personas con diabetes tipo 2 que presentan hiperglucemia muestran una rápida mejoría cuando comienzan una dieta como esta. Cuando logran controlar la glucosa pueden iniciar una dieta más balanceada.
✔ Dietas que consisten en consumir poca o ninguna grasa: Una dieta con menos de 20 por ciento de grasa es muy difícil de preparar y quizá aún más difícil de comer, a menos que usted sea una ardilla. Para ingerir la cantidad necesaria de calorías, las personas que siguen esta dieta ingieren demasiados carbohidratos. En el Capítulo 8 explico por qué esto no es recomendable para los diabéticos.
Al igual que la dieta basada en las proteínas, esta dieta puede carecer de vitaminas y minerales esenciales, especialmente las vitaminas liposolubles. Rara vez las personas mantienen esa dieta después de irse de un spa o de otro lugar por el estilo donde se promueva ese tipo de dieta. Sin embargo, este concepto puede ser una buena forma de comenzar un plan nutricional para una persona con diabetes tipo 2, siempre que el total de calorías no supere las necesidades diarias de esa persona.
✔ Dietas muy bajas en calorías: Estas dietas requieren ingerir alimentos y bebidas que en total aporten menos de 800 kilocalorías al día (por lo general no saben muy bien). Carecen de muchos nutrientes esenciales y deben complementarse con vitaminas y minerales. Este concepto no puede constituir la base de una dieta permanente porque la persona adelgazaría demasiado. La mayoría de las personas que se someten a esta clase de programa lo abandonan pronto, recuperan cada onza que perdieron, y luego aumentan algunas más. (Por supuesto, siempre hay excepciones).
No me gusta esta clase de dieta, ni siquiera como dieta inicial, porque es tan distinta de nuestros hábitos nutricionales que las personas no tardan en encontrarla intolerable. Comer es parte importante de nuestra existencia, y proporciona un gran placer a los seres humanos y a otros animales. Una dieta que suprime esta actividad fundamental no se puede sostener por mucho tiempo.
La transición de una dieta muy baja en calorías a una dieta balanceada es muy difícil y rara vez tiene éxito.