Al decidir el tratamiento para un paciente adulto mayor con diabetes, primero hay que tener en cuenta las características particulares del individuo. ¿Su expectativa de vida es baja o esta persona es psicológicamente joven y puede vivir 15 o 20 años más? Si el paciente sólo tiene 65 años y su salud es relativamente buena, podría vivir por lo menos 18 años más, tiempo suficiente para desarrollar complicaciones de la diabetes, especialmente enfermedad macrovascular, enfermedad de la vista, enfermedad renal y enfermedad del sistema nervioso (vea el Capítulo 5). Es posible que esa persona requiera un cuidado de la diabetes más intenso que alguien de más edad y con peor estado de salud.
El nivel de cuidado que se recomienda para un paciente adulto mayor puede ser básico o intensivo:
✔ El cuidado básico tiene el propósito de prevenir los problemas agudos de la diabetes como la sed y la micción excesivas. Se puede alcanzar este objetivo manteniendo el nivel de glucosa en la sangre por debajo de 200 mg/dl (11,1 mmol/l). El cuidado básico se emplea en los adultos mayores cuya expectativa de vida es baja, ya sea debido a la diabetes o a otras enfermedades.
✔ El cuidado intensivo tiene el propósito de prevenir complicaciones diabéticas en un adulto mayor que se espera que viva el tiempo suficiente para desarrollarlas. El objetivo en este caso consiste en mantener el nivel de glucosa en la sangre por debajo de 140 mg/dl (7,7 mmol/l) y la hemoglobina A1c lo más cerca posible de lo normal, además de evitar episodios frecuentes de hipoglucemia.
Los beneficios de prevenir las complicaciones son mucho mayores cuando la hemoglobina A1c baja de 11 a 9, que cuando baja de 9 a 7. En el caso de muchos adultos mayores, la meta se puede fijar en un nivel más alto, con lo que se evita la incidencia de hipoglucemia en estos pacientes que de por sí son más frágiles.
El tratamiento siempre empieza con dieta y ejercicios. Aprender al respecto puede resultar muy útil, sobre todo si el cónyuge también se interesa en estos temas. En este mismo capítulo, en la sección «Una Dieta Adecuada», y en el Capítulo 8, me refiero a la dieta.
Los adultos mayores con diabetes presentan ciertas limitaciones para practicar ejercicios físicos. Estudios recientes han demostrado que el ejercicio es útil incluso en las personas de edad muy avanzada, puesto que reduce la glucosa en la sangre y la hemoglobina A1c. Sin embargo, como los pacientes de edad avanzada tienen más incidencia de enfermedad de la arteria coronaria, artritis, enfermedad de la vista, neuropatía y enfermedad vascular periférica, en muchos casos no pueden hacer ejercicios. (Vea el Capítulo 9 para más detalles sobre los ejercicios).
Si un paciente de edad avanzada no puede caminar, tal vez pueda hacer ejercicios de resistencia sentado en una silla. Estos ejercicios incrementan la fuerza física y reducen el nivel de glucosa en la sangre.
Cuando la dieta y los ejercicios no son suficientes para controlar la diabetes de un adulto mayor, hay que incorporar los medicamentos. Hablo sobre los fármacos para la diabetes en este capítulo, en la sección «Los Medicamentos», y también en el Capítulo 10.