Rumbo a la universidad

Cuando su hijo se va a la universidad, en él o en ella recae toda la responsabilidad del cuidado de la diabetes. Ahora el trabajo de usted simplemente consiste en proporcionarle todo lo que necesita para medirse la glucosa y administrarse la insulina. Usted también debe informarle al personal de la universidad cuál es la situación de salud de su hijo. Anime a su hijo a que encuentre una o más personas de la universidad, como un compañero de cuarto o del equipo deportivo, que aprenda cómo ayudarlo si fuese necesario.

Hay dos aspectos muy importantes que debe conversar con su hijo antes de que parta a la universidad: las bebidas alcohólicas y la actividad sexual. El consumo de bebidas alcohólicas podría incrementarse considerablemente en esa etapa, lo que significa que su hijo estaría ingiriendo muchas calorías vacías, con lo que corre el riesgo de una hipoglucemia grave si no se alimenta adecuadamente. Hable con su hijo sobre el problema de la potencia sexual, y converse con su hija sobre el riesgo de salir embarazada cuando el control de la diabetes es deficiente. (Vea el Capítulo 6, donde encontrará información útil para abordar estos dos temas).

La etapa universitaria, al igual que el resto de la vida de su hijo, puede disfrutarse exactamente como si la diabetes no existiera. La clave es la planificación.