Si le echa una mirada al Apéndice A y sus recetas estilo gourmet, se dará cuenta de que no está sacrificando gran cosa al seguir una dieta apropiada para diabéticos, a menos que considere que evitar el sobrepeso es un sacrificio. Usted puede disfrutar una comida deliciosa que le proporcionará la energía que necesita.
En el pasado, muchas veces la gente se concentraba en reducir la grasa en la dieta, sobre todo el colesterol y la grasa saturada (vea el Capítulo 8). Eso es importante, pero la atención que ahora se presta al consumo de carbohidratos es muy conveniente para los diabéticos. Y vale la pena aprender un poco sobre la calidad y la cantidad de los carbohidratos. Trate de escoger carbohidratos de bajo índice glucémico, como arroz basmati en vez de arroz blanco. Cualquier carbohidrato rico en fibra tiene un índice glucémico bajo. Por lo tanto, cuando ingiere ese tipo de carbohidratos su nivel de glucosa en la sangre será más bajo y necesitará menos insulina para controlarlo. Eso no sólo significa un mejor control de la diabetes, sino que sus grasas, sobre todo los triglicéridos, también bajarán, lo cual disminuirá la intensidad del síndrome metabólico (vea el Capítulo 5), si tiene diabetes tipo 2.
La mayoría de las personas puede hacer cambios a corto plazo en su dieta, pero es difícil mantener esos cambios a largo plazo. La mejor forma de lograr un cambio duradero es tener un plan y cumplirlo. Las situaciones imprevistas son quizás las más dañinas para el control de la diabetes. Por ejemplo, cuando entra a un restaurante le dan un menú. El objetivo de quien escribe ese menú es convencerlo, a través de la descripción de la comida, de que pida ese plato, del mismo modo que las imágenes en los envases de los alimentos lo seducen para que compre un determinado producto. Si recuerda lo que es bueno para su dieta, pedirá aquello que lo ayuda, no lo que le hace perder el control.
Una de las cosas que aconsejo a los dueños de restaurantes es dedicar una sección del menú a comidas deliciosas para diabéticos, de modo que a estas personas les resulte más fácil evitar las tentaciones. Los restaurantes están empezando a hacerlo, pero tendrá que pasar mucho tiempo para que muchos ofrezcan ese tipo de platos. Algunos restaurantes probablemente nunca lo harán (sobre todo en París). Mientras tanto, cuando salga a comer fuera esté preparado para pedir sabiamente.
Lo mismo ocurre cuando come en otra casa. Si quien lo invita sabe que usted padece de diabetes, seguramente le preparará algo que usted pueda comer. De lo contrario, seleccione los alimentos con gran cuidado. No tema decir que no. Su amable dietista puede orientarlo en cuanto a qué debe seleccionar y qué rechazar.
Algo que ayuda considerablemente en la diabetes es llevar una vida muy organizada. Si su vida es desorganizada, controlar la diabetes será mucho más difícil. Tome sus medicamentos más o menos a la misma hora cada día y coma aproximadamente a la misma hora. Debe hacerse las pruebas a la misma hora todos los días y también hacer ejercicios a la misma hora. Pero no es preciso que coma lo mismo todo el tiempo. Usted tiene a su disposición una interminable variedad de platos sabrosos.
Para más detalles sobre su dieta, vea el Capítulo 8.