El endocrinólogo es la persona que más conocimientos tiene sobre el control de la diabetes. Ha recibido instrucción especializada por varios años (aparte de los años de estudio de medicina general) y dedica su práctica a atender a pacientes diabéticos y también a personas con problemas en la tiroides, las suprarrenales y otras glándulas. El diabetólogo es un endocrinólogo que se ocupa solamente de pacientes diabéticos.
Si usted tiene diabetes tipo 1, tarde o temprano acudirá a un endocrinólogo. Y si padece de diabetes tipo 2 y tiene problemas relacionados con el control de la enfermedad o con sus complicaciones, consultará a un endocrinólogo. Este médico debe estar en condiciones de responder la mayor parte de los interrogantes que surjan durante el cuidado de su enfermedad.
El endocrinólogo está al tanto de los tratamientos más recientes para la diabetes, de modo que si tiene preguntas sobre el futuro del cuidado de la diabetes, se las puede hacer. Este médico también conoce todos los fármacos que se usan actualmente para tratar la diabetes, cómo interactúan, sus efectos secundarios, y otros fármacos que interactúan con ellos.
Si no está satisfecho con las respuestas que recibe de su médico de cabecera, pida que lo remita a un especialista. Muchos planes de salud en la actualidad tratan de alejarlo del especialista porque este ordena pruebas más costosas y sus consultas son más caras debido a los años adicionales de especialización. No acepte que le digan no. Si su médico de cabecera no lo remite, busque otro que sí lo haga.
Cuando el endocrinólogo o diabetólogo haga algún cambio en su tratamiento, infórmeselo a su médico de cabecera. Uno de los grandes problemas en la medicina es la falta de comunicación entre los proveedores de servicios médicos de todo tipo, no sólo los médicos.
Por su propio bien, cerciórese de que todos sus proveedores de servicios médicos sepan lo que los demás están haciendo por usted.