Su papel como autor, productor, director y protagonista

Ser el autor, el productor, el director y el protagonista puede parecer una gran responsabilidad, y lo es. A diferencia de muchas enfermedades de corta duración, en las que el médico sabe lo que hay que hacer, le dice cómo hacerlo, le entrega una receta y usted se cura, la diabetes será su compañera durante toda la vida. Nadie, ni siquiera su madre o su cónyuge, puede acompañarlo todo el tiempo. Por lo tanto, usted es quien escribe el guión y ejecuta la acción. Usted decide si toma sus medicamentos y hace ejercicios periódicamente. Usted determina si sigue una dieta que controlará su peso y su nivel de glucosa en la sangre.

Usted es quien debe acopiar los recursos necesarios para interpretar el papel adecuadamente. En ese sentido, usted es el productor. Necesita su utilería y su teatro, el equipo, los medicamentos y el ambiente para controlar su diabetes. Ese ambiente debe ser un hogar cómodo, en el que pueda seguir la dieta apropiada. También es importante contar con un buen centro de ejercicios donde quemar calorías y fortalecer el corazón. O quizá ese lugar es una acera donde puede caminar o correr con seguridad.

Una vez que cuenta con los recursos, debe dirigirse a su reparto de actores y a su equipo técnico para que la obra salga como la planea. Por ejemplo, recuérdele a su médico de cabecera que le indique un examen de hemoglobina A1c (vea el Capítulo 7) cada tres o cuatro meses, y lo remita al oculista por lo menos una vez al año. Su médico atiende a muchos pacientes al día y se le puede olvidar cuáles son las necesidades específicas de usted. Dígale claramente qué es lo que necesita, en lugar de esperar que le lea los pensamientos. Es posible que otros médicos le atiendan su corazón, sus pulmones y otras partes de su cuerpo. Infórmeles a todos cuáles son los medicamentos que está tomando.

Por último, usted es el protagonista de la obra. Ese papel es a la vez un honor y una responsabilidad. Aunque probablemente no desee haber sido seleccionado para representarlo, es el papel que le tocó, y puede interpretarlo como usted lo desee. Puede aprenderse bien los diálogos (entender su enfermedad) y repetirlos con fluidez (tomar sus medicamentos, seguir su dieta, etc.) o no. Obviamente, es mucho más fácil no aprenderse los diálogos, pero en ese caso, la obra tal vez se convierta en una tragedia. Cuídese con esmero, y su sonrisa y la de todos sus compañeros de la obra indicarán claramente que ha escrito, producido, dirigido y protagonizado una comedia.