Para algunas personas —y probablemente usted es una de ellas— la bomba externa de insulina (ver Figura 10-4) es la respuesta a todas sus plegarias. Estos dispositivos son lo más cercano a la administración gradual de la insulina que normalmente ocurre en el organismo. La bomba de insulina es un producto caro (cuesta más de US$4000), pero podría ser la solución para pacientes que no logran un buen control de la glucosa con jeringuillas, plumas o inyectores tipo jet.
Figura 10-4: La bomba de insulina con su equipo de infusión.
Actualmente, cinco compañías (Animas, DANA Diabecare, Deltec, Medtronic MiniMed y Nipro Diabetes Systems) venden estas bombas, que son del tamaño de un localizador electrónico. En el interior de la bomba hay un motor. Una jeringuilla llena de insulina de acción rápida se coloca dentro de la bomba, con el émbolo contra un tornillo que empuja lentamente hacia abajo para sacar la insulina de la jeringuilla. El extremo de la jeringuilla está conectado a un tubo corto, que termina en una aguja que penetra en la piel del abdomen. La insulina se suministra lentamente bajo la piel.
La velocidad con que la insulina entra en el abdomen se llama velocidad basal. Mediante microprocesadores de computadora se puede indicar que la velocidad varíe cada media hora o hasta una hora. Por ejemplo, de 8:00 a. m. a 9:00 a. m., la bomba puede administrar 0,8 unidades, mientras que de 9 a. m. a 10 a. m., puede administrar 1,0 unidades, dependiendo de la necesidad del paciente. Esta cantidad se determina, por supuesto, midiendo el nivel de glucosa en la sangre con un medidor de la glucosa (vea el Capítulo 7).
Antes de comer, el paciente puede presionar un botón para administrar insulina adicional, llamada un bolo de insulina. (La cantidad se determina mediante el conteo de carbohidratos, que expliqué anteriormente en este capítulo). Usted puede administrarse insulina adicional en cualquier momento, si el nivel de glucosa en la sangre es demasiado.
El uso de la bomba tiene sus ventajas:
✔ Es flexible porque el bolo se administra justo antes de las comidas.
✔ A menudo reduce los cambios en el nivel de glucosa durante el día porque la insulina se administra lentamente y en dosis pequeñas.
✔ Se puede desconectar y reconectar rápidamente para darse una ducha o nadar. (Sin embargo, hay que acostumbrarse a usarla para dormir).
✔ Evita las sobredosis porque tiene dispositivos que protegen contra ese riesgo.
No obstante, además del elevado costo, el uso de la bomba tiene otras desventajas:
✔ Las infecciones de la piel son frecuentes porque el equipo de infusión se queda fijo por varios días. Sin embargo, tales infecciones suelen ser benignas.
✔ El control general de la diabetes no es necesariamente mejor con la bomba que con otras formas de administración de la insulina, especialmente con la nueva insulina glargina. La prueba más reciente de este hecho fue un artículo publicado en Diabetes Care en septiembre del 2003.
✔ Como el paciente sólo recibe insulina de acción rápida, si la insulina deja de entrar, puede producirse rápidamente un episodio de cetoacidosis (vea el Capítulo 4).
✔ Algunos pacientes son alérgicos a la cinta que sostiene el equipo de infusión en el abdomen.
✔ Debe medirse frecuentemente el nivel de glucosa en la sangre para ajustar la bomba y lograr así un control óptimo.
Definitivamente, utilizar la bomba de insulina no es algo que usted deba hacer por cuenta propia al principio. Un diabetólogo debe ayudarlo con las dosis, un dietista debe enseñarle a calcular las cantidades de bolos de acuerdo con la ingesta de carbohidratos, y alguien de la empresa fabricante debe indicarle cómo ajustar el equipo y resolver cualquier problema con el funcionamiento.
Si usa una bomba y su nivel de glucosa en la sangre sube a más de 250 mg/dl, haga lo siguiente:
1. Adminístrese un bolo de insulina para reducir el nivel de glucosa. (La cantidad depende de su sensibilidad a la insulina).
2. Espere una hora y vuelva a medirse la glucosa.
3. Si todavía está por encima de 250 mg/dl, inyéctese más insulina con una jeringuilla.
4. Revise la bomba de infusión de insulina.
5. Hágase una prueba para medir las cetonas en la orina y consulte con un médico si la cantidad es de moderada a alta.
6. Vuelva a medirse la glucosa cada dos horas y use más insulina si es necesario.
¿La bomba de insulina se ajusta a sus necesidades? Si está dispuesto a invertir tiempo y esfuerzo, si su horario es muy incierto, sobre todo con respecto a las comidas, y si su control de la glucosa no ha sido bueno con otros métodos, debe contemplar esta opción.
En general, mis pacientes que usan la bomba han tenido experiencias positivas. Ahora que la tienen, ninguno quiere abandonarla. Ocasionalmente, desconectan la bomba para que la piel sane. Por lo general han mostrado un mejor control de la glucosa y una mejor hemoglobina A1c.
¿Recomiendo la bomba de insulina? Con la nueva forma de insulina llamada insulina glargina, puede lograr un control basal continuo de la glucosa en la sangre muy similar al que se logra con la bomba. Los partidarios de la bomba dicen que hay que ser capaz de cambiar la dosis basal para distintas condiciones a lo largo del día, lo cual no se puede hacer con una sola inyección de insulina. Aunque eso es cierto, no estoy seguro de que la diferencia sea tan grande en el control del nivel de glucosa en la sangre.
¿Hay una bomba que es mejor que las otras? Todas parecen tener excelentes características mecánicas, y todas le permiten ajustar la insulina de diversos modos. Todas traen alarmas para cualquier eventualidad, como un bloqueo del tubo, un fallo eléctrico, etc. Los fabricantes tratan de diferenciarse ofreciendo distintas opciones para administrar la insulina, pero para descubrir esas diferencias probablemente usted necesite el concurso de un científico.
Una bomba que merece una mención especial, porque es la tendencia del futuro, es la Medtronic MiniMed Paradigm 512. Esta bomba se vende con el sistema Paradigm Link Blood Glucose Monitor. Las lecturas que toma el monitor se envían de forma inalámbrica a la bomba, que usa un software para calcular el bolo de insulina que se administrará de acuerdo con la comida que la persona va a ingerir. Por supuesto, este último detalle lo indica el paciente. El usuario debe aceptar el bolo antes de que la bomba comience a administrarlo. Este producto está solamente a un paso del llamado sistema de circuito cerrado, en el que el nivel de glucosa en la sangre determinará automáticamente la cantidad de insulina que se administrará, como lo hace el páncreas normal. La bomba elige los bolos, pero no altera constantemente el nivel basal de insulina porque no recibe información continua sobre el nivel de glucosa en la sangre. El usuario debe medirse el nivel de glucosa con un medidor externo e indicarle a la bomba cuál es ese nivel.