En la actualidad, la mayoría de las personas saben cuál es su colesterol total, pero también son necesarias otras pruebas que indican los niveles de diversos tipos de grasas en la sangre.
El colesterol es un tipo de grasa que circula en la sangre en pequeños paquetes llamados lipoproteínas. Estas diminutas partículas redondas contienen grasa (lipo, como en liposucción) y proteína. Como el colesterol no se disuelve en agua, se separaría de la sangre si no estuviera rodeado por la proteína, del mismo modo que el aceite se separa del agua en un aderezo de ensalada (por eso es que hay que agitar el aderezo cada vez que se usa).
Un segundo tipo de grasa que se halla en las lipoproteínas son los triglicéridos. Los triglicéridos constituyen en realidad la forma de grasa que más se ingiere a diario. Aunque probablemente usted sólo ingiere un gramo o menos de colesterol (una yema de huevo tiene un tercio de gramo de colesterol), cuando se trata de los triglicéridos tal vez consume hasta 100 gramos al día. (Para más detalles sobre el papel de las grasas en su dieta, vea el Capítulo 8). La grasa en las carnes está compuesta mayormente por triglicéridos.
Hay cuatro tipos de lipoproteínas:
✔ Los quilomicrones, las partículas de grasa de mayor tamaño, contienen la grasa que es absorbida del intestino después de las comidas. Por lo general los quilomicrones salen rápidamente de la sangre. Comúnmente, los quilomicrones no se consideran una causa de arterioesclerosis (endurecimiento de las arterias).
✔ Las partículas de lipoproteína de muy baja densidad (VLDL) contienen mayormente triglicéridos como grasa. Son partículas más pequeñas que los quilomicrones.
✔ Las lipoproteínas de alta densidad (HDL), conocidas como colesterol «bueno», son más pequeñas que las VLDL. Estas partículas limpian las arterias, ayudando a prevenir la enfermedad de la arteria coronaria, la enfermedad vascular periférica y los ataques cerebrales.
✔ Las lipoproteínas de baja densidad (LDL), conocidas como colesterol «malo», son las partículas que parecen llevar el colesterol a las arterias, donde se depositan y causan el endurecimiento de estas.
Como usted imaginará, para saber si usted tiene demasiado colesterol malo (LDL) o un nivel satisfactorio de colesterol bueno (HDL), necesitamos saber de qué partícula específica proviene su colesterol.
Para hacerse un análisis de colesterol total y de colesterol HDL no tiene que ir en ayunas. Sin embargo, para hacerse una prueba de colesterol LDL sí debe ayunar durante ocho horas, pues la sangre tiene que estar limpia de quilomicrones, que se elevan considerablemente cuando se ingieren alimentos.
Por lo menos una vez al año, debe hacerse un perfil de lípidos en ayunas. El perfil de lípidos en ayunas le da su colesterol total, su colesterol LDL y HDL, y el nivel de triglicéridos.
La Tabla 7-1 relaciona las recomendaciones actuales para los niveles de estas grasas con respecto al riesgo de enfermedad de la arteria coronaria.
Tabla 7-1 | Niveles de Grasa y el Riesgo de Enfermedad de la Arteria Coronaria | ||
---|---|---|---|
Riesgo | Colesterol LDL | Colesterol HDL | Triglicéridos |
Mayor | Superior a 130 | Inferior a 35 | Superior a 400 |
Límite | Entre 100 y 129 | Entre 35 y 45 | Entre 200 y 399 |
Más bajo | Inferior a 100 | Superior a 45 | Inferior a 200 |
En la Tabla 7-1 puede ver que el riesgo aumenta cuando el colesterol LDL sube y el colesterol HDL baja. Los resultados de un estudio enorme realizado entre miles de habitantes de Framingham, Massachusetts, Estados Unidos, muestran que se puede obtener una buena idea del riesgo si se divide el colesterol total entre el colesterol HDL. Si el resultado es inferior a 4,5, el riesgo es menor. Si es superior a 4,5, la persona corre un gran riesgo de padecer de enfermedad de la arteria coronaria. Cuanto más alto es el resultado, mayor es el riesgo.
En marzo del 2004 la historia se complicó un poco más. La revista New England Journal of Medicine publicó los resultados de un estudio que se llevó a cabo entre más de 4000 hombres que habían acabado de sufrir ataques al corazón. En el estudio, el colesterol LDL de algunos pacientes se redujo al máximo (a una media de 62) con una dosis elevada de un potente medicamento llamado atorvastatina. El resultado fue una gran reducción, que comenzó sólo 30 días después de iniciado el tratamiento con el fármaco, de subsiguientes ataques cardiacos, dolor en el pecho y ataques cerebrales, en comparación con un grupo cuyo LDL bajó sólo a 95. Este resultado exige una importante reevaluación de lo que se considera «normal» en el caso del colesterol LDL. Puede que el menor nivel posible de LDL sea mejor, y que deba aplicarse a todo el mundo, no sólo a las personas que hayan sufrido un ataque al corazón.
La diabetes agrega sus propias complicaciones debido al síndrome metabólico (vea el Capítulo 5). En el síndrome metabólico, el colesterol total quizá no sea muy alto, pero el colesterol HDL es bajo y el nivel de los triglicéridos es elevado. Estos pacientes también tienen un alto nivel de una forma peligrosa del colesterol LDL, de manera que corren un riesgo mayor de enfermedad de la arteria coronaria. Este incremento del riesgo debe tenerse en cuenta al considerar el tratamiento para las grasas.
Al decidir si se indica un tratamiento para controlar las grasas, y cuál debe ser ese tratamiento, es preciso evaluar otros factores de riesgo de enfermedad de la arteria coronaria. Usted tiene:
✔ Mayor riesgo si ya presenta enfermedad de la arteria coronaria, ataque cerebral o enfermedad vascular periférica.
✔ Alto riesgo si
✔ Bajo riesgo si no tiene ninguno de los factores de riesgo mencionados anteriormente.
El tratamiento para las grasas anómalas depende de su categoría de riesgo y de su nivel de colesterol LDL (vea la Tabla 7-2).
Tabla 7-2 | Su Tratamiento de Acuerdo con la Categoría de Riesgo | |
---|---|---|
Riesgo | Tratamiento con Dieta Si el LDL es Superior a | Tratamiento con Dieta y Fármacos Si el LDL es Superior a |
Bajo | 160 | 190 |
Alto | 130 | 160 |
Muy alto | 100 | 100 |
Todas estas decisiones se basan en los resultados de un perfil de lípidos (grasas).
Estas pautas de tratamiento cambiarán cuando los expertos tengan la oportunidad de evaluar el estudio del colesterol LDL en personas que sufrieron ataques al corazón, al que me referí antes, en esta sección.